Una baja por incapacidad temporal puede derivar de diferentes enfermedades o lesiones. En este sentido, la Seguridad Social contempla contingencias profesionales (accidente de trabajo o enfermedad profesional) y contingencias comunes (accidente no laboral o enfermedad común).
Además, la Seguridad Social también recoge varias situaciones especiales para mujeres trabajadoras: menstruación incapacitante secundaria, interrupción del embarazo y día primero a partir de la semana 39 de gestación.
Listado de enfermedades para acceder a la incapacidad temporal
Es necesario aclarar que la Seguridad Social no cuenta con un listado específico de enfermedades que dan derecho a una baja laboral por incapacidad temporal. Del mismo modo, tampoco existe un listado oficial de enfermedades que dan derecho a una pensión de incapacidad permanente.
Sin embargo, por norma general, el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente deriva de una situación de baja laboral por incapacidad temporal.
En este sentido, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ explican que algunas enfermedades son más susceptibles de generar una baja por incapacidad temporal y posteriormente el acceso a una incapacidad permanente.
Así, desde ‘CampmanyAbogados’ recogen este listado de enfermedades que pueden dar derecho a una baja médica por incapacidad temporal y a una pensión de incapacidad permanente:
- Alzheimer
- Aneurisma
- Artritis Reumatoide
- Artritis Psoriásica
- Artrosis
- Cáncer
- Cardiopatías
- Colitis ulcerosa
- Depresión
- Demencia
- Desprendimiento de la retina
- Enfermedades hepáticas
- Enfermedad de Crohn
- EPOC
- Esclerosis Múltiple
- Espondilitis anquilosante
- Espondilosis degenerativa
- Esquizofrenia
- Estenosis foraminal
- Fibromialgia
- Fibrilación auricular
- Glaucoma
- Hernia discal
- Hipertensión pulmonar
- Ictus
- Insuficiencia renal crónica
- Infarto agudo de miocardio
- Lesión medular
- Lumbalgia
- Lupus
- Migrañas
- Neuropatía
- Parkinson
- Pancreatitis
- Patologías de pies y manos
- Síndrome de Ménière
- Síndrome de Raynaud
- Síndrome de Sjögren
- Síndrome de Tourette
- Síndrome del túnel carpiano
- Síndrome subacromial
- Trasplante de riñón
- Trastorno bipolar
- Trastorno de ansiedad
- Trastorno de estrés postraumático
Estos son sólo algunos ejemplos de enfermedades que pueden provocar una baja laboral por incapacidad temporal en el trabajador en España. En determinadas situaciones, dichas enfermedades y secuelas pueden ocasionar el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente.
Acceso a la incapacidad temporal
Cualquier enfermedad puede ser susceptible de provocar una baja médica por incapacidad temporal en el trabajador. Es decir, puede generarle limitaciones al trabajador que le impiden desarrollar su actividad laboral durante un periodo de tiempo determinado.
Es responsabilidad de un médico especialista o médico de la mutua establecer si la situación del trabajador es suficiente para acceder a una baja laboral por incapacidad temporal.
La baja laboral por incapacidad temporal tiene una duración limitada, pudiendo llegar hasta dos años como máximo. Durante todo el periodo de baja, el trabajador tiene derecho a cobrar la prestación por incapacidad temporal, cuya cuantía depende del hecho causante, entre otros factores.
Cuando el trabajador recibe el alta médica, tiene la obligación de regresar a su puesto de trabajo con total normalidad. Sin embargo, dicho trabajador tiene la posibilidad de reclamar contra el alta médica en caso de no encontrarse preparado para regresar a su puesto de empleo.
En ocasiones, una baja laboral por incapacidad temporal puede derivar en el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente. Las pensiones de incapacidad permanente también derivan de accidente de trabajo, accidente no laboral, enfermedad común o enfermedad profesional. Del mismo modo, la cuantía de la pensión de incapacidad permanente varía en función de diferentes elementos, como el grado de incapacidad reconocido.