Con el mes de junio más que comenzado, y la llegada del verano a la vuelta de la esquina, desde el Hospital Vithas Almería han alertado de que las urgencias hospitalarias han registrado un «alarmante aumento de accidentes acuáticos por inmersión». Este tipo de lesiones medulares por zambullidas, o por inmersión, se suele dar en playas, piscinas y ríos en verano.
Desde dicho centro han alertado de que estos traumatismos, sufridos al lanzarse violentamente al agua, provocan con frecuencia lesiones graves en la médula espinal que pueden derivar en paraplejia o tetraplejia, en función de la localización del impacto.
Dos grandes grupos de traumatismos relacionados con la columna vertebral
En una nota de prensa, dicho centro hospitalario, ha destacado que existen dos grandes grupos de traumatismos relacionados con la columna vertebral y la médula espinal debido a inmersiones, como vamos a ver a continuación.
Por un lado, los traumatismos cervicales, conocidos como «púas», que ocurren cuando las personas se lanzan de cabeza al agua. En estos casos, a pesar de hacerlo en zonas aparentemente profundas, la velocidad del cuerpo puede llevar a una colisión con el fondo, «causando fracturas cervicales y lesiones medulares que a menudo resultan en tetraplejia».
Antonio Vargas, neurocirujano del Hospital Vithas Almería, ha informado que «estas lesiones suelen requerir cirugías para estabilizar la columna cervical, pero las secuelas neurológicas pueden resultar permanentes en la mayoría de los casos».
El segundo grupo del que hablamos «está en aumento» y se produce cuando las personas se lanzan al agua de pie o en posición fetal desde pequeños acantilados o zonas elevadas, conocidas popularmente como «bombas». El propio Antonio Vargas señala que «incluso en zonas de mayor profundidad, estos saltos pueden causar fracturas vertebrales en la región dorsal y lumbar, provocando paraplejia».
La gravedad de una lesión medular y el grado de discapacidad que puede generar
El neurocirujano ha señalado que «es importante tener en cuenta que en el caso de que exista una lesión medular debida al traumatismo las cirugías correctoras han de llevarse a cabo de manera urgente para lograr estabilizar mecánicamente la columna vertebral pero no siempre van a lograr restaurar la función neurológica si el daño medular es severo».
Además, ha querido resaltar la importancia de la concienciación sobre la gravedad de estas lesiones y el grado de discapacidad que pueden generar, «es esencial para prevenir estos accidentes. Sus consecuencias son elevadas porque las lesiones medulares cambian drásticamente la vida de las víctimas, limitando su movilidad y afectando su independencia».
Por otro lado, ha querido destacar que «el proceso de recuperación y adaptación es largo y complejo, y las secuelas neurológicas suelen ser permanentes, afectando tanto a las víctimas como a sus familias».
Finalmente, ha indicado que los «accidentes vertebromedulares por inmersión representan una grave amenaza durante el verano. La combinación de educación, señalización y supervisión puede ayudar a reducir la incidencia de estos traumatismos y a proteger la salud y la vida de los bañistas».