La relatora especial de sobre los derechos de personas con discapacidad de la ONU, Catalina Devandas, ha advertido este martes de que poco se ha hecho para proporcionar la orientación y los apoyos necesarios a las personas con discapacidad para protegerlas durante la actual pandemia del COVID-19, aun cuando muchas de ellas pertenecen al grupo de alto riesgo.
«Las personas con discapacidad sienten que las han dejado atrás«, ha afirmado la experta. Además ha añadido que las medidas de contención, como el distanciamiento social y el aislamiento personal, «pueden ser imposibles para quienes requieren apoyo para comer, vestirse o ducharse».
En este sentido, ha aseverado que «este apoyo es básico para su supervivencia, y los Estados deben tomar medidas adicionales de protección social. Estas medidas irán para garantizar la continuidad de los apoyos de una manera segura a lo largo de la crisis».
Asimismo, la experta ha recalcado que los ajustes son esenciales para permitir a las personas con discapacidad reducir el contacto y el riesgo de contaminación.
A su juicio, debe permitírseles trabajar desde el hogar o recibir licencias con goce de sueldo para garantizar la seguridad de sus ingresos. Sus familiares y cuidadores también pueden necesitar estas medidas para poder brindarles el apoyo requerido durante la crisis.
Además, considera «vital el acceso a apoyos económicos adicionales para reducir el riesgo de que estas personas y sus familias caigan en la pobreza».
«Muchas personas con discapacidad dependen de servicios que han sido suspendidos, o no tienen los suficientes recursos», ha subrayado.
La situación en psiquiátricos y prisiones es grave
Según Devandas, la situación de las personas con discapacidad que están en instituciones, establecimientos psiquiátricos y prisiones es particularmente grave. Una complicado cuadro, sobretodo por el riesgo de contaminación, situación que se agrava por el uso de los poderes de emergencia por la crisis sanitaria.
«Las restricciones deben estar claramente delimitadas, de modo que se usen las medidas menos intrusivas para proteger la salud pública», ha afirmado, para después añadir que «limitar el contacto con sus seres queridos deja a las personas con discapacidad totalmente desprotegidas frente a cualquier forma de abuso o negligencia en dichas instituciones».
Desde su punto de vista, los Estados tienen «una responsabilidad mayor con esta población debido a la discriminación estructural que enfrentan».
Así, la experta de la ONU ha dicho que las personas con discapacidad deben tener la garantía de que su supervivencia es considerada una prioridad. Además, urgió a los Estados a establecer protocolos para emergencias de salud pública. Estos aparecen con el fin de garantizar que, cuando los recursos médicos sean limitados, no se discrimine a las personas con discapacidad en el acceso a la salud, incluyendo las medidas para salvar vidas.
Las campañas de información deben ser accesibles para personas con discapacidad
«Para enfrentar la pandemia es crucial que la información sobre cómo prevenir y contener el coronavirus sea accesible», ha indicado la experta. Asimismo, cree que «las campañas de información pública y la información proporcionada por las autoridades nacionales de salud debe estar disponible en lengua de signos y en modos, medios y formatos accesibles, incluida la tecnología digital, los subtítulos, los servicios de relevo, los mensajes de texto, la lectura fácil y el lenguaje sencillo».
«Las organizaciones de personas con discapacidad deben ser consultadas y estar involucradas en todas las etapas de respuesta al COVID-19«, ha concluido Devandas.