Los acusados de mantener encerrado en su vivienda a su hermano con discapacidad y diagnosticado de esquizofrenia al menos durante cinco años, desde 2015, se han enfrentado en la jornada del martes 14 de enero al juicio.
El hombre, que contaba con 59 años en diciembre de 2015, fue encontrado en una especie de palomar en la vivienda situada en Dos Hermanas.
La policía aseguró que lo encontró «en deplorable estado de salud, desnudo y sin las más mínimas condiciones higiénicosanitarias».
Los hermanos han declarado en la jornada del martes 14 de enero ante el juez. Allí han dicho que su hermano «estaba como una cabra». Además, han negado haberlo maltratado, ya que llevaban «una vida normal dentro de sus posibilidades».
16 años de prisión para cada uno
Durante su declaración, el primer acuso a explicado que la habitación en la que dormía su hermano «no era un palomar». Aseguraba que «era un cuarto» porque en la planta baja «ya no se podía quedar porque empezaba a chillar y había un olor que no lo aguantaba nadie».
La Fiscalía pide 16 años de prisión al igual que para su hermana. A ambos se les atribuye los delitos contra la integridad moral, de detención ilegal y de apropiación indebida.
«Yo no lo lavaba porque él no se dejaba, me decía que se lavaba él pero era mentira y a mí no me hacía ningún caso», ha señalado en el juicio. No obstante ha precisado que su hermano «podía andar por donde quisiese dentro de la casa».
Además, ha asegurado que el candado de fuera solo lo cerraba «cuando salía». Él ha añadido que le llevaba el desayuno con las pastillas que tomaba pero a comer y cenar bajaba su hermano.
También ha negado que hubiera más puertas cerradas con candados y con traviesas.
Sobre el dinero de la pensión, ha señalado que él se la administraba y que su hermana, que a veces sacaba el dinero, «nunca cogió ni un céntimo».
«Se gastaba un dineral en comida y tabaco»
«Se gastaba un dineral en comida porque solo quería comer cosas buenas y en tabaco porque fumaba mucho», decía sobre su hermano.
La casa se mantenía con las pensiones de orfandad y de incapacidad de la víctima, como ha asegurado. Todo ello tras retirarle la Administración la suya al superar la cantidad estipulada para el núcleo familiar.
Por tanto, ha reconocido que era su hermano quien mantenía la casa y corría con todos los gastos. En aquella época tenía «muchos problemas» con la bebida, así como que «no tiene muchas luces» refiriéndose a sus limitaciones intelectuales.
En cuanto a la situación en el que fue hallado por la Policía cuando dos agentes lo acompañaron a su casa por su estado de embriaguez, desnudo y extremadamente delgado y con sus necesidades hechas en un cubo, ha justificado estas circunstancias porque «se quitó la ropa cuando escuchó» a los agentes ya que «no querían que se lo llevaran».
Fue trasladado porque «ve estrellas y planetas»
Por su parte, la hermana ha corroborado que la víctima «dormía en el sofá». Sin embargo, ha añadido que «como ve estrellas y planetas y esas cosas que tiene en la cabeza» fue trasladado a la otra habitación arriba, que «no es un palomar porque nunca ha habido palomas».
La mujer vivía en una casa ubicada a tres calles de distancia. «Hacía mucho tiempo que no subía» a esa habitación por problemas en la espalda. Sin embargo, tenía constancia de que su hermano, el otro acusado, era «capaz» de cuidarlo.
Esta acusada ha asegurado que su hermano con discapacidad «hacía una vida normal dentro de sus posibilidades». «Salía a la calle» cada vez que ella le daba «dinero para tabaco».
Sin embargo, esto dejó de hacerlo tras un incidente que, según ella, tuvo con la Policía Local en 2010, Además, ha señalado que «hacía uno o dos años que no lo veía ningún médico».
Rechaza la nulidad
La defensa del hermano de la víctima con discapacidad ha pedido al comienzo del juicio la nulidad del registro efectuado por la Policía a la casa. Todo ello al considerarlo «nulo de pleno derecho» por el estado de embriaguez en el que se encontraba su cliente.
Además, ha pedido la aplicación del criterio del árbol envenenado, cuestión que ha rechazado el juez. Entiende que la actuación de los agentes «es legítima» al interesarse por saber quién estaba detrás de la puerta cerrada con un candado tras decirle el acusado que allí se encontraba su hermano enfermo.
La víctima actualmente está bajo la tutela de la Fundación TAU. Él cuenta con antecedentes psiquiátricos desde la infancia, con el reconocimiento desde el año 1998 del 70 por ciento de discapacidad física y psíquica.
En 2004 fue declarado incapaz por el Juzgado Mixto de Dos Hermanas sin que llegase a efectuar el nombramiento de un tutor.
Sin valoración médica desde 1996
Además en los sistemas informáticos del Servicio Andaluz de Salud no consta que este hombre hubiera sido valorado por ningún médico desde 1996. Todo este tiempo, los hermanos le suministraron siempre la misma mediación actualmente en desuso.
Por su parte, Plena inclusión Andalucía, organización mayoritaria en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual en la comunidad, ha intervenido como acusación popular en el citado juicio y su abogado, Torcuato Recover, ha señalado en declaraciones a los periodistas que durante el tiempo que supuestamente ha estado encerrado ninguna administración «de las que tienen que intervenir por las personas con discapacidad actúa, ni los servicios sociales de la localidad intervienen, que tendrían que conocer que esta persona discapacitada» estaba en esta situación.
A su vez, ha subrayado que «los servicios sanitarios estuvieron prescribiendo medicamentos durante cinco años sin que ningún médico viera a este hombre, que podría haber detectado su situación física y haber intervenido».