¿Qué pasa cuando una persona con incapacidad permanente llega a la edad de jubilación?. Esta es una de las cuestiones más frecuentes de quienes pasan por esta situación, ya que conlleva cambios que pueden afectar a la pensión pública. No obstante, los usuarios deben tener en cuenta que es un proceso automático en la mayoría de los casos, pero conviene conocer sus implicaciones.
La transición entre una pensión por incapacidad y una jubilación ordinaria tiene efectos en el tipo de pensión, la cuantía y la legislación aplicable. Para conocer qué ocurre en esta situación, lo mejor es tener en cuenta la legislación vigente en España.
Pasar de incapacidad permanente a jubilación
En España, la Ley General de la Seguridad Social, en concreto, el artículo 201.2 del Real Decreto Legislativo 8/2015, regula este procedimiento. En este decreto, se establece que cuando una persona con incapacidad permanente alcanza la edad de jubilación, su pensión se convierte automáticamente en una pensión de jubilación.
En estos casos, se mantiene la misma cuantía, salvo que resulte más favorable aplicar el cálculo como jubilación ordinaria. Si es así, la Seguridad Social otorgará la cuantía de la pensión que más convenga al beneficiario en el momento de la solicitud.
El beneficiario de la pensión de incapacidad permanente no tendrá que realizar ningún trámite. Como hemos dicho, este proceso de cambio se realiza de forma automática cuando el afectado llega a la edad de jubilación en España. En definitiva, este cambio no implica pérdida de derechos ni reducción en la cuantía mensual.
¿Qué ocurre con la pensión no contributiva de invalidez?
El Gobierno de España destina las pensiones contributivas a quienes cotizan durante un tiempo determinado a la Seguridad Social. Entre ellas encontramos la de jubilación, invalidez, viudedad, orfandad y en favor de familiares.
No obstante, también existen prestaciones que benefician a quienes no han cotizado lo suficiente al sistema de pensiones. Estas son las de jubilación e invalidez, que también cuentan con requisitos y condiciones determinadas.
Si una persona que cobra una pensión no contributiva de invalidez llega a la edad de jubilación, al llegar a los 65 años también pasarán a percibir una pensión no contributiva de jubilación. Este cambio tampoco requiere trámite por parte del interesado.
Es importante tener en cuenta que la pensión no contributiva de jubilación también está sujeta a revisiones anuales por parte del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Esto implica avisar de cualquier cambio en la vida personal o económica del beneficiario.