La digitalización ha llegado para quedarse. Eso parece estar claro en algunos sectores de la sociedad, donde el papel ya parece estar más que anticuado en favor de la tecnología y su mecanismo de eficiencia. Sin embargo, una de las gratas sorpresas ha sido la modernización en materia fiscal y de facturas, un proceso que ya está en marcha en España y que repercute, de manera directa, en empresas y trabajadores autónomos, tal y como confirman los expertos en fiscalidad.
Por tanto, ya se puede hablar del concepto de factura electrónica, que es la adaptación digital de la facturación tradicional, con la misma validez legal que una factura en papel. Su objetivo principal es simplificar procesos, reducir costes y garantizar mayor transparencia en las operaciones. Además, cumple con estrictos requisitos de autenticidad e integridad, lo que deriva en una gestión más eficiente y segura para empresas y autónomos, de cara al próximo año 2026, cuando estos trabajadores estarán obligados a emitir facturas electrónicas, independientemente de su volumen de facturación. Además, también deberán soportar todas las facturas y presentar tanto emitidas como recibidas con este formato electrónico.
Normativa de la factura electrónica
El proceso hacia la adaptación electrónica puede costar, pero en poco tiempo se podrá experimentar la comodidad y rentabilidad de la factura digital. Además, este salto cualitativo no solo ayudará a tener una mejor gestión profesional; además, es un gran recurso para exigir a los clientes de estos trabajadores más formalidad y evitar demoras que afectan a la liquidez y ganancias.
En este sentido, para atender las necesidades de la llegada de la factura electrónica hay que tener en cuenta la Ley 18/2022, de 28 de septiembre, de creación y crecimiento de empresas. Esta normativa ha sido creada para facilitar el emprendimiento, y se enfoca en favorecer la creación de nuevas compañías y en el crecimiento del tejido empresarial en el país. La hoja de ruta de esta legislación sitúa la digitalización como elemento clave para el desarrollo de los negocios.
Igualmente, y como una de las novedades más señaladas, esta normativa trae consigo la obligatoriedad de la factura electrónica, lo que espera mejorar la trazabilidad de las facturas, reducir la morosidad y los costes. Los autónomos pueden beneficiarse en varios aspectos de esta medida. Con la ayuda de un software de facturación pueden adaptarse con facilidad y sin grandes desembolsos; no obstante, hay soluciones intuitivas que permiten aprender muy pronto cómo generar facturas electrónicas. Además, según la legislación, es obligatoria la conservación de las facturas de manera digital durante un período mínimo de 4 años, accesibles para su inspección si se requiere.
Beneficios de la facturación electrónica
De acuerdo con la legislación, los autónomos que deben presentar la facturación electrónica son aquellos que prestan servicios a organismos de la Administración Pública Esto es así desde el año 2015, si bien actualmente la obligatoriedad se está ampliando al ámbito privado. Por ello, la Ley Crea y Crece contempla que todos los autónomos y empresas deben emitir facturas electrónicas.
Sin embargo, la obligatoriedad será progresiva y escalonada: los primeros que deberán cumplir son las empresas de mayor volumen de facturación, y después les seguirán autónomos y pymes. Por ello, se concluye con que la instalación de esta nueva normativa, conectada digitalmente con la Agencia Tributaria mediante un código qr, presenta una serie de ventajas y beneficios para estos trabajadores en España:
- Reduce gastos en papel, impresión, envío y almacenamiento
- Centraliza todas las facturas en formato digital
- Facilita el acceso y consulta
- Minimiza errores
- Asegura que las facturas cumplan con los requisitos legales
- Agiliza la contabilidad
- Simplifica las declaraciones fiscales
- Contribuye a reducir el impacto medioambiental