El popular doctor Jesús Candel, más conocido públicamente como ‘Spiriman’, ha anunciado este domingo 7 de noviembre una de las peores noticias que podía dar. El cáncer de pulmón que padece ha vuelto con más fuerza y ha vuelto a extenderse.
Se trata de un cáncer con el que Spiriman lleva batallando desde hacer más de un año. Él mismo explica que «es muy agresivo y me atacó duramente con múltiples metástasis por todo mi cuerpo».
En esta nueva publicación, Jesús Candel ha informado a todos sus seguidores sobre su estado de salud actual, que vuelve a ser preocupante y delicado. Sin embargo, no ha dudado en mandar un mensaje de optimismo en esta interminable lucha contra la dura enfermedad.
Spiriman, triste pero con fuerzas
Spiriman asegura que «el estrés crónico que viví antes de enfermar fue la causa de que apareciera el cáncer en mi vida». Y es que las situaciones de estrés no son nada positivas para la salud e incluso afectan al correcto funcionamiento del sistema inmune.

Como suele acostumbrar, Jesús Candel ha compartido con sus miles de seguidores en ‘Facebook’, profundas reflexiones sobre la vida y la enfermedad. «Resulta muy difícil en muchas ocasiones ser feliz porque nos negamos a dejar marchar las cosas que nos entristecen, pero si somos capaces de controlar nuestros miedos, podremos recuperar el control de nuestras vidas. Eliminar nuestros miedos es el primer paso hacia una vida más plena y satisfactoria, pero yo también tengo mis miedos y cuesta», explica.
Y es que a pesar de mostrar una fuerte coraza y una actitud siempre positiva frente al cáncer, Spiriman también confiesa la inevitable presencia de miedos y momentos difíciles.
«Se puede elegir el amor frente a la ira, la gratitud frente al privilegio y el perdón y la compasión frente a la amargura, pero la respuesta neurológica al amor, la gratitud y el perdón anula los mecanismos cerebrales activados por el miedo», comenta el doctor Jesús Candel.
No pierde la esperanza
El proceso de lucha de Jesús Candel contra el cáncer está siendo bastante duro, con una curación temporal, metástasis y recaídas. No obstante, Spiriman es sabedor que lo único que puede hacer es seguir luchando y confiar en la medicina para terminar ganando esta batalla.
Al respecto, manifiesta que «muchísimos estáis pasando situaciones similares a la mía y otros muchas cosas peores. Pedirle a Dios que te cure es algo que veo injusto y egoísta viendo las desgracias que pasan otros, pero pedirle a Dios que te ayude a sacar lo mejor de ti para afrontar cualquier enfermedad o problema, significa creer en la capacidad que todos tenemos de que nuestras creencias sean más poderosas que nuestra realidad. Pero hay que abrir la mente y dejar que esa fuerza invada nuestro subconsciente para poder cambiar de verdad y hacer que la ciencia también haga su parte».
Así, Spiriman se pone en manos de los especialistas médicos, la ciencia y la medicina para salir de esta, a la vez que sigue apostando por el amor y la mentalidad positiva.
«Soy un fiel seguidor de la ciencia y sus avances pero soy un firme creyente del amor y de la capacidad que tenemos de concentrarnos en reprogramar nuestra mente subconsciente que controla nuestras experiencias vitales, en lugar de limitarnos a cambiar las creencias de nuestra mente consciente. Ponerlas a trabajar conjuntamente contra la enfermedad. Creo que nuestro destino no está en nuestros genes sino en nuestra manera de vivir y de afrontar lo que venga», concluye Spiriman.