La atleta estadounidense Jacky Hunt-Broersma, que fue amputada de una pierna debido a un cáncer del que sobrevivió, completó el pasado 26 de abril un reto aparentemente imposible como es el de terminar 160 kilómetros (100 millas), sobre una cinta de correr en menos de 24 horas. Durante el reto solo paró para alimentarse y beber y para ir al baño a hacer paradas técnicas. Terminando en 23 horas y 38 minutos, le sobraron 22 minutos.
Jacky es una atleta de ultrafondo que superó un cáncer por la que le amputaron una pierna, además, es madre de dos hijos que le acompañaron en su prueba sobre la cinta. Su marido fue el encargado de grabar toda la prueba, ya que sus entrenos se habían paralizado por la Covid-19.
Tras terminar el reto de los 160 kms en pleno confinamiento, Jacky Hunt-Broersma compartió una foto suya en las redes sociales que se hizo viral.
Al principio pensó en dar vueltas alrededor de su vecindario, pero viendo que las medidas de distanciamiento social cada vez eran más estrictas, no se la quiso jugar y apostó sobre seguro, correr las 100 millas en la cinta: «¡Lo conseguí! 100 millas en 23 horas y 38 minutos en una cinta de correr. Esto es, con mucho, lo más difícil que he hecho. Parezco un poco cansada en esta foto. Me duele todo. El muñón está destrozado y lleno de ampollas y me arrastraré durante un tiempo, pero ha valido la pena», escribía en su cuenta de Instagram.
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