La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por un dolor crónico generalizado, que suele aparecer entre los 35 y los 50 años de edad. Debido a sus síntomas, suelen afectar especialmente a las personas mayores.
Así, la fibromialgia es una patología que afecta al 2,5% de la población en España. Según cada paciente, el verano y el calor puede mejorar sus síntomas o empeorarlos. Se trata de una situación particular que es necesaria analizar.
La fibromialgia, más común entre personas mayores
Respecto a los meses de verano y las altas temperaturas, el doctor Javier Rivera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y reumatólogo en ‘INDOL’ explica que «depende siempre de cada paciente. Algunas personas están peor durante los meses de invierno, mientras que a otras les ocurre más en verano». Así lo confirma este especialista en una entrevista para ‘Infosalus’.
En este sentido, existen diferentes estudios sobre cómo influyen las condiciones atmosféricas en los pacientes con fibromialgia o con otras enfermedades reumáticas. No obstante, el doctor Rivera aclara que «la evidencia científica en la actualidad es inconsciente».
La fibromialgia es una patología que se caracteriza por dolores musculoesqueléticos generalizados, agotamiento profundo y problemas de sueño. Estos síntomas suelen ser más intensos en las personas mayores.
Sobre los síntomas, el doctor Rivera informa que el síntoma más habitual en la fibromialgia es el dolor en el aparato locomotor y otras partes del cuerpo. Además, también pueden aparecer algunos de los siguientes síntomas:
- Alteraciones del sueño.
- Cansancio intenso.
- Alteraciones cognitivas.
- Alteraciones digestivas.
- Modificaciones constantes del estado de ánimo.
Hay que tener en cuenta que la fibromialgia es una de las enfermedades que se representan en un mayor número de síntomas. Así, Javier Rivera advierte sobre los efectos del calor y, especialmente, el calor extremo en los pacientes con fibromialgia.
Por su parte, desde la Clínica Universidad de Navarra indican que «no existe un tratamiento estándar para todos los pacientes y éste debe adecuarse a cada paciente según sus características. El objetivo del tratamiento es tratar de controlar los síntomas que acompañan a la enfermedad procurando evitar los efectos secundarios de la medicación que a menudo padecen los pacientes con fibromialgia».
El calor y los efectos en la fibromialgia
Cualquier ser humano necesita un esfuerzo de adaptación cuando se producen episodios de altas temperaturas. Así, estas situaciones pueden suponer un reto añadido para los pacientes con fibromialgia.
«Las personas con fibromialgia tienen una capacidad de adaptación al estrés disminuida, por lo que sufren las consecuencias de las olas de calor de una forma más grave y persistente que el resto de la población, incluso agravándose los síntomas de la fibromialgia en lo que se conoce como brote de la enfermedad», señala el doctor Rivera.
En este sentido, cualquier modificación atmosférica puede ocasionar un incremento de los síntomas de la fibromialgia. Sin embargo, este especialista advierte que «no existen estudios sobre qué variable afecta más».
Como conclusión, el doctor Javier Rivera añade que «por lo general, cuando se produce un cambio en las condiciones atmosféricas, todas las variables se modifican a la vez, y hacen difícil determinar el papel que juega cada una por separado».
Por tanto, los meses de verano pueden suponer un inconveniente para los pacientes con fibromialgia, ya que en muchas ocasiones el calor provoca un aumento de la intensidad de los síntomas propios de esta patología.