Un trasplante de riñón en España puede ser causa para el reconocimiento de una incapacidad permanente. Para que esto se produzca, es obligatorio el cumplimiento de una serie de requisitos específicos que se deben tener en consideración.
Al respecto, los profesionales de ‘CampmanyAbogados’, especialistas en incapacidad laboral, indican que «el reconocimiento de una incapacidad permanente por trasplante de riñón irá en función de si la patología renal está calificada como grave, pero también si el trasplante ya se haya llevado a cabo y solamente ha habido una pequeña mejoría».
Incapacidad permanente por trasplante de riñón
Tal y como hemos comentado anteriormente, un trasplante de riñón puede derivar en el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente a la persona afectada. Sin embargo, no en todos los casos se concede una incapacidad laboral permanente a causa de un trasplante de riñón.
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Al respecto, desde ‘Toro Pujol Abogados’ explican que «el trasplante de riñón es una enfermedad que requiere de un seguimiento médico y cuidados especiales continuos. Puede limitarte para tu actividad laboral».
En este sentido, pueden darse dos situaciones específicas: Que estés en espera para un trasplante de riñón o que ya te hayan trasplantado. «En ambos casos, si tienes limitaciones graves que te afectan en tu día a día puedes solicitar una incapacidad permanente», comentan desde ‘Toro Pujol Abogados’.
Obtener el reconocimiento de una incapacidad laboral permanente por trasplante de riñón en España no es tarea fácil. Para ello, resulta fundamental acreditar la gravedad de la patología y demostrar que existen secuelas que generan limitaciones en el paciente con respecto al ámbito laboral.
Un trasplante de riñón consiste en una cirugía en la que se reemplaza un riñón que no funciona adecuadamente por otro riñón sano. En muchas ocasiones, el paciente puede continuar con su vida con normalidad.
Sin embargo, en otros casos pueden surgir complicaciones o secuelas derivadas de esta situación. Es en este tipo de casos cuando se puede solicitar una incapacidad permanente por trasplante de riñón. Eso sí, cada caso debe estudiarse de manera específica y particular.
Grados de incapacidad por trasplante de riñón
Dentro de los grados de incapacidad laboral (parcial, total, absoluta y Gran Invalidez), los más habituales que se suelen conceder por trasplante de riñón son la incapacidad permanente total y la incapacidad permanente absoluta.
La incapacidad total implica el cobro de una pensión contributiva mensual equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador, pudiendo llegar al 75% en caso de que la persona beneficiaria tenga 55 años o más y esté en paro. Por su parte, la incapacidad permanente absoluta conlleva un 100% de la base reguladora.
Los compañeros de ‘CampmanyAbogados’ señalan que un trabajador puede ser beneficiario de una incapacidad permanente total por un trasplante de riñón «siempre y cuando su profesión sea de esfuerzo continuado y que el trasplante haya evolucionado favorablemente, no siendo por ello indispensable la invalidez absoluta».
La incapacidad permanente absoluta por trasplante de riñón solamente se concede en situaciones de gravedad, cuando el trabajador acredita limitaciones para desarrollar cualquier actividad profesional. Normalmente, está vinculada a trabajadores con estadío renal 4 (grave) o estadio renal 5 (diálisis). Es decir, hablamos de personas cuya función renal se encuentra gravemente afectada.