Este 10 de octubre de 2025 se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Con motivo de esta celebración, es fundamental poner el foco en la importancia de cuidar la salud mental en las personas con discapacidad, especialmente en las personas con discapacidad intelectual.
En este sentido, desde ‘Plena Inclusión’ destacan la urgencia de «visibilizar el vínculo entre discapacidad intelectual y salud mental, denunciar las barreras de acceso a apoyos adecuados, y promover herramientas innovadoras que mejoren la calidad de vida, el bienestar emocional y los sistemas de atención».
El vínculo entre la salud mental y la discapacidad intelectual
El informe ‘Con buenos apoyos’, del año 2025, refleja que 4 de cada 10 personas con discapacidad intelectual tiene problemas asociados a su salud mental. Además, por lo general, los problemas de salud mental suelen tener una prevalencia de entre 3 y 4 veces mayor con respecto al resto de la población.
Por todo ello, los representantes de ‘Plena Inclusión’ señalan que el Día Mundial de la Salud Mental constituye «una oportunidad para insistir en que el bienestar emocional, las vidas y los apoyos que reciben de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo forman parte de un todo que no puede fragmentarse».
A veces, las personas con discapacidad intelectual reciben diagnósticos con síntomas que se atribuyen de forma equivocada a la propia discapacidad. Este hecho genera tratamientos tardíos y erróneos en relación a la salud mental.
En relación a esta problemática, desde ‘Plena Inclusión’ reivindican una coordinación sociosanitaria efectiva para mejorar la atención de las personas con discapacidad intelectual y su calidad de vida.
La salud mental es un aspecto que afecta a la totalidad de las personas. Por ello, resulta fundamental incidir en la importancia de cuidar la salud mental y de prestar la atención necesaria a la misma. Si bien, la salud mental se encuentra muy vinculada a las personas con discapacidad intelectual.
Desde ‘Plena Inclusión’ también hacen referencia a las conclusiones de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD, 2023). Entre otras cosas, dicha encuesta recoge que «el 48,7 % de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo considera que su estado de salud es entre regular y muy malo». Se trata de un porcentaje que pone de manifiesto la importante vinculación entre la discapacidad intelectual y la salud mental.
La detección precoz, clave en la salud mental
La detección precoz es fundamental para abordar adecuadamente los problemas de salud mental. Este hecho resulta clave tanto en personas con discapacidad como en el resto de la población.
Al respecto, la directora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Ana González-Pinto «asegura que «se ha demostrado que la detección precoz en las enfermedades mentales es tan buena como la detección precoz en patologías como el cáncer».
Los problemas de salud mental pueden aparecer en cualquier momento de la vida de una persona, incluso en situaciones inesperadas. En este tipo de casos, es crucial detectar el origen del problema y establecer los mecanismos adecuados para atajar el mismo.
En definitiva, desde ‘Plena Inclusión’ vuelven a reclamar un año más apoyos adecuados para cuidar la salud mental de las personas con discapacidad intelectual. Y es que la salud mental es igual o más importante que cualquier otra enfermedad o dolencia.