Una hipoteca es un contrato mediante el cual, una entidad bancaria realiza un préstamo de una gran suma de dinero, a cambio de que este sea devuelto en el plazo establecido, sumándole unos intereses. Estos intereses pueden ser fijos o variables. Por eso existen hipotecas fijas y variables. En el primero de los casos, se trata de opciones más seguras puesto que el tipo de interés no varía. En el segundo de los casos, el interés cambia en base a un índice establecido, que por lo general suele ser el Euríbor.
Las hipotecas de tipo fijo han estado durante años en una posición clara de desventaja frente a las de tipo variable. Y es que hasta hace poco, el Euríbor marcaba mínimos que hacían que los intereses no supusieran apena un gran desembolsos. Sin embargo, en la actualidad esta corriente se ha dado claramente la vuelta. Con el Euríbor por las nubes, muchas personas han visto incrementada de manera exponencial la cuota mensual a pagar al banco, y esto ha hecho que los préstamos de tipo fijo tomen protagonismo.
Cómo elegir una hipoteca
Contratar una hipoteca es un paso que debemos tomarnos con calma. Preguntar, estudiar y valorar, las opciones que las distintas entidades financieras puedan ofrecer. Pues por ejemplo, ocurre en muchas ocasiones que cuando vamos a contratar una hipoteca de tipo fijo, en lo único en lo que nos fijamos es en el tipo de interés que nos vayan a obligar a pagar. Pues la búsqueda del más bajo, significará, que vamos a pagar menos.
Bien es cierto que es uno de los datos más relevantes a tener en cuenta. Al fin y al cabo, el objetivo es conseguir el préstamos sin que devolverlo nos cueste mucho más de lo que vamos a recibir. Sin embargo, el tipo de interés no es el único dato que se debe valorar. A la hora de informarnos en una entidad bancaria de las condiciones de contratar una determinada hipoteca, debemos atender a otros requisitos que también pueden repercutir en nuestras finanzas.
Algunas de las exigencias que el banco nos puede obligar a asumir con la contratación de una hipoteca, son:
- Domiciliar la nómina.
- Domiciliar recibos.
- Tarjeta de crédito con un consumo mínimo.
- Seguros de vida o de hogar.
- Invertir en fondos de pensiones.
- Invertir en fondos de inversión.
Por lo demás, es cierto que en la actualidad decantarse por una hipoteca de tipo fijo puede ser una gran opción. Pues contar con un tipo de interés fijo, es una seguridad a la hora de calcular si podemos hacer frente a la devolución del préstamo. Por tanto, una de las grandes ventajas es que no hay sorpresas, algo que con el tipo variable, es inevitable, más aún, en los últimos tiempos.
Hipoteca fija más baratas en septiembre
Septiembre es un mes de nuevos comienzos, y por qué no, puede ser un buen momento para comprarse una vivienda o emprender un negocio. Por ello, una hipoteca puede ser la herramienta que nos falte para comenzar. Pero, ¿Dónde podemos encontrar las hipotecas de tipo fijo más baratas en este mes de septiembre de 2024? Apunta, porque son las siguientes:
Banco Sabadell
- TIN inicial: 2,60%.
- Interés resto de años: 2,60%.
- TAE desde: 3,76%.
- Plazo: 30 años.
Santander
- TIN inicial: 2,70% durante 6 meses.
- Interés resto de años: 2,60%.
- TAE desde: 3,22%.
- Plazo: 30 años.
Openbank
- TIN inicial: 2,72%.
- Interés resto de años: 2,72%.
- TAE desde: 3,28%.
- Plazo: 25 años.
EVO Banco
- TIN inicial: 2,90%.
- Interés resto de años: 2,90%.
- TAE desde: 3,39%.
- Plazo: 30 años.
CaixaBank
- TIN inicial: 2,90%.
- Interés resto de años: 2,90%.
- TAE desde: 4,30%.
- Plazo: 30 años.
Cajamar
- TIN inicial: 2,95%.
- Interés resto de años: 2,95%.
- TAE desde: 3,74%.
- Plazo: 30 años.