El caso de Carlos es cuanto menos preocupante. Este médico ha sido uno de los 470.000 enfermos de Covid-19 que ha tenido que pasar una larga temporada en la UCI a consecuencia de la enfermedad. Las secuelas del Covid aun continúan condicionando su día a día, pero para Hacienda no es suficiente y consideró que sus obligaciones como autónomo estaban por encima de su estado de salud, según relata el diario ‘La Razón’.
El trabajador, se encontraba ingresado desde el pasado 5 de julio, recibiendo rehabilitación debido a la tetraplejia que le ha causado el coronavirus. Sin embargo, Hacienda decidió multarle por no presentar la declaración trimestral a tiempo. Una sanción que fue recurrida, pese a que el encargado de revisar su expediente consideró que en el traslado en ambulancia de un hospital a otro podría haber sacado unos minutos para pagar sus impuestos. Una actitud cuanto menos lamentable y ruin.
Contagiado por doblar turnos
A sus 64 años, Carlos fue ingresado el pasado 21 de marzo tras contagiarse en el trabajo. Ante la fuerte oleada de Covid-19, tanto Carlos como sus compañeros estuvieron obligados a doblar turnos y asumir horarios más extensos para poder hacer frente al notable incremento de pacientes. A los pocos días, Carlos fue ingresado en la UCI, donde lo sedaron porque literalmente «me estaba ahogando», cuenta para ‘La Razón’. «Estuve en coma tres semanas, aunque en la UCI en total he estado 40 días«, añade.
Después de superar el infierno que le había producido el Covid-19 durante estos días, este médico se enfrentaba a un reto aún mayor: Recuperar la movilidad. El 13 de mayo Carlos fue trasladado en ambulancia a otro hospital para comenzar su rehabilitación. Según los informes expuestos, Carlos fue dado de alta en un hospital e ingresado en otro en cuestión de horas. Estando en este último hospital ingresado hasta el 5 de julio, mientras que el plazo para presentar la declaración de la renta finalizó el 20 de junio.
Pese a su pobre condición física y aún estando ingresado, presentó la declaración trimestral. «Cuando empecé a tener movilidad me llevó mi mujer el ordenador. Eso fue una semana después de acabar el plazo», cuenta. En este sentido, le llegó la notificación de una multa de 200 euros por no superar el plazo, algo que no le extrañó pero si le indignó, como es lógico.
«Es una causa de fuerza mayor, pero según Hacienda no»
A pesar de aportar pruebas tan evidentes su alegación no fue rectificada, lo que además lo privó de poder contar con la reducción del 25% que se aplica si se paga inmediatamente. «Es una causa de fuerza mayor, pero según Hacienda no», añade. De esta manera, la Agencia Tributaria consideró que su «conducta fue voluntaria» y que esta «negligencia» muestra un «cierto desprecio o menoscabo de la norma».
Como es lógico, el error de Hacienda es antológico. Pese a ello, Carlos denuncia que al tratarse de cantidades relativamente pequeñas no vale la pena meterse en pleitos pero «te sientes indefenso».
De esta manera, el diario ‘La Razón’ se puso en contacto con la Agencia Tributaria, desde donde reconocieron el error y plantearon una nueva opción de recurso para Carlos. Ahora, este hombre de 64 años se cuestiona las formas y maneras que tiene de operar la Hacienda española. Pensando si se trata de un solo caso aislado, o simplemente uno más de una interminable lista.