Jesús Martín Blanco, director general de los Derechos de las Personas con Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, se ha marcado un objetivo y es que el Gobierno apruebe la nueva Ley de Dependencia antes del Día Internacional de la Discapacidad, que se conmemora cada año el 3 de diciembre.
Debemos de tener en cuenta que el Gobierno aprobó el pasado mes de febrero el anteproyecto para reformar la Ley de promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia y la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social. El objetivo de esta reforma legislativa se va a implantar «un nuevo enfoque que garantice vidas dignas en todas las etapas del ciclo vital, promoviendo el derecho a la vida independiente y a la autonomía personal».
En definitiva, la nueva Ley de Dependencia tiene por finalidad «actualizar un sistema que, según numerosos expertos y asociaciones, necesita mayor financiación, cobertura y adaptación a las realidades actuales de las personas dependientes y sus familias».
Que la Ley de Dependencia entre en vigor antes del Día Internacional de la Discapacidad
El objetivo de la Ley de Dependencia como hemos indicado pasa por mejorar este sistema que actualmente se encuentra deteriorado y marcado por las listas de espera, demoras en las valoraciones y desigualdades territoriales. En este sentido, la nueva norma aspira a corregir estos problemas con una apuesta decidida por el refuerzo del sistema público y la coordinación entre administraciones.
Martín Blanco ha sido muy claro a la hora de hablar sobre esta Ley de Dependencia, ya que «es mi carta a los Reyes Magos». De hecho, ha asegurado que «ojalá le vaya tan rápido» y la «tengamos aprobada para entonces». Y es que es optimista ante esta nueva ley, ya que «se está tramitando por la vía de urgencia»+, por lo que «todos los plazos se acortan» en la intervención de las Cortes Generales.
Por su parte, el dictamen del Consejo de Estado y de los demás órganos consultivos deberán estar listos antes y, por eso, manifestó su convencimiento de que el texto «llegue en segunda vuelta al Consejo de Ministras para ser enviado a las Cortes antes del verano”. Una vez allí, la intención es que “también se tramite de urgencia».
La nueva Ley de Dependencia incluye 4 nuevos servicios
Una de las novedades de esta nueva Ley de Dependencia es que va a ampliar y reorganizar los servicios ofrecidos para centrarlos en la persona en lugar de ofrecerlos según un modelo asistencialista desarrollado en grandes residencias. Al mismo tiempo, la reforma incorporan nuevos servicios orientados a este fin. Por ejemplo, el servicio de ayuda a domicilio se extiende a actuaciones en el entorno comunitario que van más allá de las necesidades de cuidado personal y domésticas. Así mismo, se amplía la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, permitiendo que se reconozca también cuando el cuidado lo presten personas allegadas, respondiendo así a las necesidades de las personas que viven solas o con otras convivencias.
Por otro lado, el nuevo texto reconoce la teleasistencia como un derecho universal para todas las personas en situación de dependencia que residan en su domicilio. Es decir, a partir de que esta reforma sea aprobada en las Cortes Generales, todas estas personas podrán reclamar la teleasistencia y los gobiernos autonómicos estarán obligados a ofrecer este servicio más allá del límite presupuestario en cada territorio.
También se deben incluir estos servicios que son nuevos:
- Servicio de cuidados y apoyos en vivienda, ya sean viviendas donde convivan solo unas pocas personas o viviendas dentro de equipamientos colectivos como puede ser el modelo de vivienda colaborativa conocido como cohousing
- Servicio de provisión de productos de apoyo para facilitar el acceso, mediante préstamo o cesión temporal, a productos que mejoren la autonomía
- Servicio de asistencia personal que proporciona apoyos y cuidados personalizados a través de asistentes personales, siguiendo un plan de actividades ajustado a la voluntad y preferencias que tenga cada persona, especialmente para aquellas que tienen mayores necesidades de apoyo.
Además, la reforma ofrece una pasarela directa para reconocer una discapacidad del 33% a quien se le conceda cualquier grado de dependencia, prohibirá la discriminación por discapacidad en los seguros y garantizará la accesibilidad universal como derecho.