La historia de George Bates está siendo noticia. Y de las llamativas. El campeón del Mundo en 2018 y campeón de Europa con la selección de Gran Bretaña en baloncesto en silla de ruedas tiene una idea en mente que a nadie se le había pensado.
Para poder seguir compitiendo como atleta paralímpico, George Bates se plantea amputarse una pierna. Un nuevo cambio en la normativa paralímpica lo dejaría fuera de la competición, por eso el famoso jugador se plantea esa opción.
George Bates sufre el Síndrome del Dolor Regional Complejo, algo que le impide caminar sin ayuda. Sin embargo, con el nuevo cambio, esta enfermedad no se considera suficiente para la práctica profesional del baloncesto en silla de ruedas.
Un cambio que le afecta
«El Comité Paralímpico Internacional (IPC) ha forzado al Comité Internacional de Baloncesto en silla de ruedas a adherirse a sus normas de 2015. Durante dos años, ese comité decidió no cambiar las reglas, creyendo que cualquiera con un impedimento físico de cadera para abajo puede disputar el deporte», explicaba el famoso jugador de baloncesto en silla de ruedas a The Telegraph.
Antes de nada, George Bates ha apelado la decisión del Comité Paralímpico Internacional. Sin embargo, entre sus posibilidades para seguir compitiendo, sigue dando vueltas a una posible amputación. Algo que sería histórico en el mundo del deporte.
«Tuve la oportunidad de amputármela cuando tenía 14 o 15 años y decidí no hacerlo. Echando la vista atrás, ojalá me la hubiesen quitado. Hubiese hecho las cosas mucho más fáciles, pero nunca pensé que estaría en esta situación en la que mi discapacidad no es suficiente para un deporte adaptado», explica. «Probablemente me queden unos 10 años de mi carrera, después tengo que vivir el resto de mi vida así, por lo que es una gran decisión», reflexiona George Bates.