La Fundación Pequeño Deseo, que comenzó su andadura en el año 2000, es una entidad que trabaja para mejorar el estado anímico de niños y niñas con enfermedades graves a través del cumplimiento de su mayor deseo, «con el objetivo de ayudarles a afrontar con más fuerza su tratamiento», explican. Así mismo, está demostrado científicamente que hacer realidad un deseo genera muchas emociones positivas y, a su vez, tiene un gran efecto en el bienestar de los niños y en la manera de afrontar la enfermedad.
Este año, la Fundación cumple 25 años siendo «la mejor medicina» de estos ‘pequeños superhéroes’, que se encuentran en pleno tratamiento por graves enfermedades; algunas de ellas, incluso, sin solución y dedicadas al cuidado paliativo del paciente. El proceso para la concesión de este deseo por parte del niño, según detalla la entidad, consiste en hablar con el menor, previo permiso de los padres, para conocer su mayor deseo, «intentando mantener la sorpresa hasta el final para que la incidencia sea mayor». Finalmente, el deseo se convierte en realidad, siempre con el previo consentimiento de los facultativos médicos.
Misión de la Fundación Pequeño Deseo
Los niños con graves enfermedades pasan mucho tiempo en el hospital con largos y duros tratamientos, «alejados de su vida normal, viviendo momentos de miedo y estrés». En la Fundación Pequeño Deseo «trabajamos para que ese día a día sea mucho más ameno y llevadero, proporcionándoles experiencias que ayuden a sobrellevar y superar su enfermedad», inciden desde la entidad, dedicada a este maravilloso proyecto de los más pequeños.
Por tanto, «con el foco puesto en la infancia», la Fundación Pequeño Deseo trabaja para generar impacto en el bienestar de los niños enfermos y aumentar su capacidad de lucha, superación y fuerza. Todo de la mano de la ilusión. Desde Pequeño Deseo «buscamos la excelencia y calidad en nuestras prestaciones y experiencias, para conseguir que los niños enfermos tengan una estancia en el hospital mucho más llevadera, prestando apoyo anímico no solo al niño, sino también a su entorno más cercano», confirman mediante lo expuesto en su página web.
De este modo, la filosofía de trabajo de la Fundación está basada en una serie de pilares fundamentales, siempre en busca del bienestar y de la felicidad del menor y del impacto positivo que puede generar en el propio paciente, en la forma de afrontar la enfermedad y en sus familias.
- Respeto, discreción y confidencialidad del niño y su entorno.
- Excelencia en cada una de nuestras actividades.
- Apoyo anímico a niños y niñas enfermos y sus familias.
- Transparencia y rendición de cuentas
- Responsabilidad, rigor y compromiso de nuestro equipo y voluntariado.
- Optimismo y entusiasmo
25 años siendo «la mejor medicina»
Fundación Pequeño Deseo, nace en el año 2000 y tiene como labor social hacer realidad los deseos a niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico con el fin de darles apoyo anímico. Es una entidad que trabaja para alejar al menor y a su familia de la rutina diaria que están forzados a vivir a causa de la enfermedad, con el objetivo de que el cumplimiento de un deseo pueda suponer una «inyección de combustible» para seguir luchando.
Y es que «cada deseo es único, como cada niño». La enfermedad no merma su capacidad de soñar y «nuestra Fundación de apoyo a la infancia tiene como misión hacer realidad esos sueños para que la alegría y la ilusión también formen parte del tratamiento», relatan. En definitiva, la Fundación lleva 25 años proporcionando una red de ayudas intangibles a los menores afectados por la enfermedad y a su entorno más íntimo, siendo fiel confidente y un apoyo para ver la luz cuando todo parece perdido. Aunque ‘sólo’ sea por unas horas.






