La natación es uno de los principales deportes de hoy en día, ya que no sólo prepara prepara a atletas de alto rendimiento, sino que también tiene la capacidad de aliviar dolencias físicas. Esta técnica es la responsable de los procesos de rehabilitación para personas que han sufrido lesiones, discapacitados o personas que están en tratamientos para sanar la mente y el espíritu.
La natación es un ejercicio que se realiza en el agua, por lo que resulta mejor para la movilidad de los músculos, ya que en el agua se evitan ciertas lesiones gracias a la capacidad de flotabilidad de ésta. Además, se trata de un deporte en el que trabajan un total de 600 músculos, provocando la activación y tonificación de toda la musculatura. se trabajan casi todos los músculos del cuerpo, un total de 600 músculos, y activa y tonifica toda la parte muscular.
Útil para tratar algunas patologías
La práctica de la natación no sólo es buena para el estado físico y mental, sino que se ha demostrado que beneficia en el tratamiento de algunas enfermedades como infartos, accidentes cardiovasculares, enfermedades reumáticas o tendinitis. De igual forma, será muy efectiva como rehabilitación de alguna operación o lesión deportiva.
Existen 4 tipos de estilos en la natación, y cada uno de ellos puede ayudar al tratamiento de ciertas patologías. Pero estas técnicas se deben realizar correctamente para que se beneficios, sino la mala realización de la natación puede hacernos daño y provocarnos alguna lesión. Por ello, es fundamental que conozcamos bien cada estilo, cómo se realiza y para qué sirve.
El médico de la Real Federación Española de Natación, José Daguerre, explica: “Para gente que tenga una patología de la rodilla no debería nadar a braza y quien tenga problemas lumbares o de la columna no puede nadar a mariposa. Serían más recomendables el estilo crol y de espalda, que son los que exigen menos en cuanto técnica”.
Diferentes estilos de natación
La natación se compone de cuatro estilos llamados crol (libre), pecho (braza), espalda y mariposa; cuyas técnicas mejoran el desplazamiento y rapidez del nadador, pero también algunas dolencias o patologías.
CROL
Este tipo de natación también es conocido como estilo libre, y es el más conocido en este deporte. Esta técina consiste en poner la boca abajo y nadar gracias a brazadas alternas acompañadas de movimientos de piernas de arriba hacia abajo para generar propulsión y avanzar en el agua. La colocación de la cabeza es fundamental para una buena colocación de la espalda, por lo tanto deberá permanecer recta boca abajo y sólo girarla para respirar.
Este estilo de natación trabaja los músculos: bíceps, tríceps, abdominales, glúteos e intercostales. Por lo tanto, es muy beneficioso para nuestro cuerpo, generando muy poco impacto al realizarse en el agua.
ESPALDA
Este estilo también se conoce como «crol a espaldas», puesto que su práctica es igual sólo que boca arriba, en lugar de boca abajo. Esta técnica es muy recomendada para problemas de espalda, columna o cuello.
BRAZA
La realización de este estilo requiere una coordinación simultánea de piernas y brazos, potenciando por igual el tronco superior y el inferior de nuestro cuerpo. Es el estilo que se recomienda para empezar con la natación , ya que son movimientos más lentos y agradables. Esta técnica ayuda a relajar el ejercicio cardiovascular.
MARIPOSA
Este estilo también es uno de los más conocidos y genera un movimiento constante en todo el cuerpo, llegando a poner en movimiento la misma cantidad de músculos que el crol. La práctica de este estilo es muy beneficioso para los abdominales, oblicuos, trapecio, deltoides y el dorsal. Se puede considerar el estilo más difícil de practicar, ya que requiere la combinación simultánea de dos técnicas:
- Braza de mariposa: fase aérea de extensión y apertura de los brazos simultáneos por encima de la cabeza.
- Patada de mariposa: movimiento de tronco, caderas y piernas de arriba a abajo para coger propulsión.