Después de seis meses de negociaciones y más de diez reuniones, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha dado luz verde a la aprobación del Estatuto del Becario. Se trata de una legislación que tiene como objetivo acabar con el abuso de las becas formativas y regular la situación de este colectivo de ‘trabajadores’ poco reconocido.
Las negociaciones para hacer realidad este estatuto se han llevado a cabo por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Ministerio de Trabajo.
El principio de acuerdo cerrado entre las partes recoge una serie de derechos para aquellos alumnos que se encuentran en prácticas en las empresas. Entre estos derechos, se incorporan vacaciones o pago por desplazamientos. En ningún caso, el número de becarios o alumnos en prácticas puede superar el 20% del total de la plantilla, aunque se podrá contratar en formación a dos estudiantes, independientemente del volumen de la plantilla.
Estatuto del Becario en el trabajo
El Estatuto del Becario, que no cuenta con el apoyo de CEOE, recoge que el tiempo de desarrollo de la formación debe «respetar los límites y descansos, incluidos días festivos y vacaciones, fijados en las normas legales y convenios colectivos que resulten aplicables a las personas trabajadoras que prestan servicios en la empresa». Así se desprende del documento al que ha tenido acceso Europa Press.
Otro aspecto clave en el trabajo es que las actividades formativas no se podrán desarrollar en horario nocturno ni a turnos, a excepción de que dicho aprendizaje no pueda llevarse a cabo en otros periodos por la naturaleza de la actividad en cuestión.
Respecto al salario, el Estatuto del Becario pone fin al trabajo sin remuneración, siendo uno de los puntos más importantes para los alumnos en práctica. Así, el documento señala que es obligatorio «una cuantía mínima suficiente para compensar todos aquellos en los que la persona en formación práctica en la empresa incurra como consecuencia de esta, tales como gastos de desplazamiento, alojamiento o manutención».
En caso de que existan otras becas o ayudas que cubran los gastos mencionados anteriormente, la empresa no tendrá la obligación de ofrecer dicha cuantía mínima al becario.
Desacuerdo de los estudiantes
La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) se muestra contraria a determinados puntos que recoge el Estatuto del Becario. En este caso, afea al Ministerio de Trabajo y Economía Social que «no garantiza la remuneración y calidad de las prácticas académicas».
Desde la CREUP critican que en la Mesa de Diálogo Social no se ha contado con la participación de la comunidad universitaria ni del estudiantado, Además, señalan que el Estatuto del Becario «pretende suprimir las prácticas extracurriculares para eliminar el fraude laboral».
En este sentido, entienden que esta modificación podría suponer «un perjuicio directo al estudiantado, que no podrá realizar sus prácticas si no es mediante un contrato de formación, gestionado por su propia cuenta en vez de por la Universidad, como actualmente sucede».