El Gobierno de España ha conseguido sacar adelante, al fin, la segunda pata de la reforma de pensiones. Un acuerdo que se ha cerrado el 16 de marzo de 2023, cuando estaba previsto para antes de finalizar el año 2022. Sea como fuere, la reforma incluye interesantes medidas con efectos en las pensiones de jubilación.
Desde el Ejecutivo Central destacan que las medidas de la segunda pata de la reforma de pensiones se centra, especialmente, en dotar de ingresos al sistema español para que pueda afrontar con garantías la jubilación de la generación del ‘Baby Boom’ en las próximas dos décadas.
Ampliación del cálculo para la jubilación
Una de las medidas que más discrepancias ha generado en la mesa de negociación ha sido la ampliación del periodo para el cálculo de la pensión de jubilación. Inicialmente, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, planteaba una ampliación hasta los 30 años previos a la jubilación, pudiendo descartar los dos peores años de cotización.

Finalmente, la segunda pata de la reforma de pensiones recoge un modelo dual para determinar la cuantía que le corresponde cobrar a cada ciudadano en su pensión de jubilación. Así, la pensión se podrá calcular en base a los 25 últimos años de cotización o con los 29 últimos años de cotización, retirando los dos peores años de cotización (27 años a efectos prácticos).
Esta nueva alternativa para calcular la cuantía de la pensión de jubilación tendrán un proceso progresivo de implementación, desde el año 2027 a 2038, cuando ya quedará completamente desplegada la opción de los 29 años. En el periodo que coincidan ambas opciones, la Seguridad Social realizará el cálculo con la alternativa cuyo resultado sea más ventajoso para el ciudadano.
Hasta el año 2040, los ciudadanos podrán elegir entre la nueva opción y los últimos 25 años de cotización, Sin embargo, entre 2041 y 2043, la opción de cálculo a 25 años irá subiendo en seis meses por año. Es decir, desde 25,5 años en 2040 a 26,5 años en 2043.
Finalmente, a partir de 2044, ya no será posible seleccionar la opción a 25 años. Desde ese momento, la cuantía de la pensión de jubilación siempre se calculará con los 29 años anteriores a la jubilación, descartando los dos peores años de cotización.
Aumento de la pensión máxima y las bases máximas
La pensión máxima del sistema es otro de los asuntos que recoge la segunda pata de la reforma de pensiones. En concreto, la pensión máxima se revalorizará cada año en función del IPC más un aumento extra de 0,115 puntos hasta el año 2050. Esta medida supondrá un alza en torno al 3%.
Desde la Seguridad Social explican que a partir de 2051 y hasta 2065 también se sumarán incrementos adicionales. El objetivo es que a finales de 2065 la pensión máxima haya aumentado de forma acumulada un 20%.
Por su parte, las bases máximas de cotización aumentarán de forma anual con el IPC del año anterior, sumando una cuantía fija de 1,2 puntos entre 2024 y 2025. Además, el Ejecutivo Central se compromete a analizar cada cinco años las bases máximas de cotización y remitir un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.
Del mismo modo, la nueva pata de la reforma de pensiones incluye medidas para reducir la brecha de género en las pensiones contributivas, mejoras en las lagunas de cotización, aumentos de cotización para la jubilación o propuestas de mejora de la jubilación parcial.