La pensión de incapacidad permanente es un tipo de pensión contributiva de gran importancia para muchos trabajadores en España. Algunas personas sufren una auténtica odisea para obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente y otras, incluso, no llegan nunca a conseguirlo.
Hay que tener en cuenta que una incapacidad permanente tiene como objetivo paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.
Incapacidad permanente que más españoles cobran
La normativa de la Seguridad Social diferencia entre cuatro grados diferentes de incapacidad permanente, según la gravedad de las limitaciones que presenta el trabajador para el ámbito laboral:
- Parcial: Consiste en una indemnización de pago único, con una cuantía equivalente a 24 mensualidades de la base reguladora que se utilizó para calcular la cuantía de incapacidad temporal.
- Total: El importe de la pensión es equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador.
- Absoluta: La cuantía de la pensión contributiva es equivalente al 100% de la base reguladora del trabajador.
- Gran Invalidez: El importe también es equivalente al 100% de la base reguladora del trabajador. Además, también se cobra un complemento económico con una cuantía no inferior al 45% de la base reguladora.
Actualmente, según los datos de la Seguridad Social, algo más de un millón de personas cobran una pensión de incapacidad permanente en España. En este sentido, la incapacidad permanente total es la que más españoles cobran en 2025. Aproximadamente 645.000 personas perciben una incapacidad total en España.
Por su parte, la incapacidad permanente que menos españoles reciben es la Gran Invalidez, con solo unas 33.000 personas. La Gran Invalidez se concede a aquellos trabajadores que presentan limitaciones para desarrollar cualquier profesión u oficio, además de necesitar la ayuda de terceras personas para desarrollar las actividades básicas del día a día.
Claves de la incapacidad permanente total
Tal y como hemos comentado anteriormente, la incapacidad permanente total es la que más cobran los españoles en 2025. Se trata de un grado de incapacidad laboral con unas características muy específicas.
La incapacidad permanente total se reconoce a un trabajador que presenta limitaciones para desarrollar su profesión habitual o similares. Sin embargo, la incapacidad total es compatible con el desarrollo de otras actividades laborales.
En este sentido, es necesario mencionar la reforma del Estatuto de los Trabajadores aprobada recientemente por el Gobierno de España. Esta reforma elimina el despido automático tras el reconocimiento de una incapacidad permanente. Es decir, una persona podrá continuar en su puesto de trabajo con una incapacidad permanente total, siempre que se adapte a su nueva situación.
Sea como fuere, el reconocimiento de una incapacidad permanente total en España implica el cobro de una pensión con una cuantía equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador. No obstante, el importe de la pensión será equivalente al 75% de la base reguladora en caso de que la persona beneficiaria tenga 55 años o más y se encuentre en paro.
Por otro lado, también es importante informar que el reconocimiento de una incapacidad permanente total conlleva la asimilación de una discapacidad igual o superior al 33% para la persona en cuestión. Esta asimilación solamente se aplica para el ámbito laboral y algunas cuestiones fiscales.
Así, una persona a la que se le reconoce una incapacidad permanente total puede acceder a las ofertas de empleo privadas y públicas que se dirigen específicamente a personas con discapacidad.