Parece ser el empleo soñado, aunque tiene ciertos riesgos y es que un técnico cobra 40.000 euros por trabajar solo dos veces al año y solo para cambiar una bombilla. Se trata de Kevin Schmidt, que realiza una labor poco usual que incluso desafía los límites ya que este trabajo se realiza a más de 450 metros de altura. Schmidt, técnico de torres de comunicación en Sioux Falls Tower and Communications, asume el arduo reto de escalar torres de transmisión, una labor que muchos preferirían evitar. Su historia ha despertado el interés del público tras la difusión de un video viral en el que se destaca su habilidad al cambiar una bombilla en la cima de una imponente antena de televisión.
El video, filmado por un compañero de trabajo, muestra a Schmidt llevando a cabo su tarea con una notable calma y serenidad, reflejo de sus ocho años de experiencia en el oficio. «Nunca imaginé que tendría tanta popularidad», comentó Schmidt en una entrevista al referirse a la sorprendente respuesta que generó el video.
El empleo de Kevin Schmidt, el más deseado
El impactante video capturado por un dron brinda una perspectiva única sobre el trabajo diario de Schmidt. Sin embargo, cambiar bombillas es solo una pequeña parte de sus responsabilidades. Cada seis meses, este intrépido técnico no solo se encarga de reemplazar luces esenciales para la seguridad del tráfico aéreo, sino que también realiza labores de mantenimiento y, cuando es necesario, instala nuevas torres. Estas bombillas, situadas a gran altura, son fundamentales para advertir a los pilotos sobre la presencia de las torres, desempeñando un papel crucial en la prevención de accidentes aéreos.
En una jornada típica, Schmidt puede atender hasta ocho torres, enfrentando tanto la gravedad como sus propios miedos. A pesar de las evidentes dificultades, a menudo se toma un momento para capturar selfies desde lo alto de estas imponentes estructuras, demostrando su confianza y comodidad a alturas vertiginosas.
Aunque recibe una notable compensación de 20.000 euros por cada ascenso, algunos usuarios de redes sociales han sugerido que, considerando el riesgo y el esfuerzo que conlleva su trabajo, Schmidt parece estar «mal remunerado».
«Basándome en este video, diría que está muy mal pagado», comentó un usuario. Otros, con un tono más humorístico, bromearon sobre los desafíos de su labor, como el temor de que la bombilla se le caiga en el momento menos oportuno.