Recientemente la Fundación Adecco ha publico el segundo informe ‘Discapacidad y expectativas para el nuevo año’, cuyas conclusiones se basan en una encuesta a 350 personas con discapacidad residentes en diferentes comunidades autónomas. Este informe saca todas las referencias posibles entre las personas con discapacidad y el ámbito laboral.
La gran idea que saca este trabajo es que la mayoría de los desempleados con discapacidad (65%) cree que no encontrará trabajo en 2022. De esta forma,
las personas con discapacidad muestran una escasa confianza en el mercado laboral pospandemia; sin embargo, se da la circunstancia de que el empleo representa, precisamente, su principal prioridad.
Como hemos expuesto anteriormente, en este contexto de reactivación económica, su contratación ha dado síntomas de mejoría, incrementándose un 32% en 2021, pero siendo un 4% inferior a tiempos prepandemia.
Las respuestas de la encuesta arrojan que recuperar los niveles de empleo prepandemia y retomar la tendencia positiva iniciada antes del Covid-19, es una prioridad absoluta para las personas con discapacidad.
De hecho, un 89,8% de los encuestados sitúa la posibilidad de conseguir un trabajo estable en el centro de sus deseos, por delante de elementos como la vivienda, el ocio o las relaciones afectivas, como reflejan los datos de la siguiente tabla.
Así, en una escala del 1 al 5, siendo 1 “nada importante” y 5 “muy importante”, un 89,8% escoge las valoraciones 4 y 5 cuando se trata de apostar por el empleo.
«Que no me miren raro por mi discapacidad»
A continuación, un 82% considera prioritaria la normalización de las personas con discapacidad en la sociedad. Respuestas como “que no me miren raro” o “que no me digan que tengo una enfermedad” son algunas de las respuestas destacadas en este sentido. La vivienda se sitúa en tercer lugar: un 80,5% considera básico conseguir una residencia donde ser independiente, seguido de un 79,4% que alude a las relaciones afectivas.
Por detrás, un 75,2% cree que lograr la igualdad de género es de vital importancia, teniendo en cuenta que las mujeres con discapacidad están expuestas a una doble discriminación e invisibilidad. Por último, un 69,9% cree que apostar por la accesibilidad universal es básico para eliminar barreras físicas y cognitivas que siguen dificultando el proceso de inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad.
“El empleo es la respuesta integral para el desarrollo y la plena inclusión de las personas con discapacidad, constituyendo el medio por excelencia para que puedan vivir de forma autónoma, reforzar su autoestima, incrementar la cantidad y calidad de sus relaciones personales y avanzar en su reconocimiento social.
El empleo es, por tanto, el eje vertebrador que da respuesta a otras necesidades y, por ello, representa la principal reivindicación de las personas con discapacidad para el año venidero”- destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
La plena igualdad laboral ¿expectativa realista o quimera?
Según un reciente análisis de la Fundación Adecco, la plena inclusión de las personas con discapacidad no se producirá hasta el año 2242, un pronóstico basado en cálculos que interrelacionan diferentes indicadores de actividad y empleo de las personas con discapacidad en comparación con los del resto de la población.
La mayor parte de los encuestados (46,8%), suscribe esta idea y cree se trata de un anhelo que las generaciones presentes no llegaremos a ver, Por otra parte, un 7,1% opina que será una conquista social que se producirá en esta década junto a un 35,2% que estima que harán falta veinte años para asistir a este hito. En el otro lado, un 10,9%, más optimista, opina que estamos cerca de lograr la plena igualdad en el ámbito del empleo y que en 2022 se darán pasos importantes.
Sensibilización y empoderamiento: los grandes pilares
Las personas con discapacidad creen que el proceso de inclusión podría acelerarse en 2022 si se refuerzan algunas acciones clave: la sensibilización al eje sociedad-empresa y el acompañamiento y empoderamiento a las propias personas con discapacidad.
En concreto, consideran que el principal elemento para impulsar su inclusión laboral se basa en la sensibilización a empresas (56,4%), seguida del acompañamiento y orientación a las personas con discapacidad (53,7%), la mayor inversión en accesibilidad (33,8%) y, por último, el impulso de la formación superior para que las personas con discapacidad puedan acceder a la Universidad y a empleos cualificados (24,4%).