El pasado 1 de mayo se conmemoró el Día Internacional del Trabajo y desde la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) ha denunciado las barreras laborales que enfrenta la población sorda y ha propuesto medidas urgentes para garantizar el acceso, permanencia y promoción profesional en condiciones de igualdad de este colectivo.
En este sentido, la entidad subraya en un manifiesto que «incluir a las personas sordas en el entorno laboral enriquece a las organizaciones, aportando nuevas perspectivas, formas de comunicación y capacidades». Si bien, advierte que la realidad aun dista mucho del ideal de igualdad de oportunidades que contempla la ley: «El acceso a un trabajo digno sigue siendo un privilegio para muchas/os de nosotras/os».
Medidas claves para garantizar el mercado laboral de las personas sordas
A tal efecto, la Confederación Estatal de Personas Sordas plantea una serie de medidas clave que deben ejecutarse para garantizar un mercado laboral más justo, inclusivo y equitativo. En primer lugar, apunta a asegurar el acceso sin barreras a los servicios públicos de empleo, transformando las oficinas de empleo en espacios inclusivos mediante la oferta de servicios de interpretación en lengua de signos y de ayudas técnicas que permitan a las personas sordas acceder a información, orientación y ofertas laborales sin obstáculos.
Asimismo, destaca la necesidad de que la formación profesional sea accesible, garantizando que todos los programas incluyan intérpretes de lengua de signos y materiales adaptados para que ninguna persona sorda quede excluida de las oportunidades de capacitación y progreso profesional.
Otro aspecto esencial es la implementación de ajustes razonables en el puesto de trabajo, como sistemas de alerta visual o servicios de videointerpretación, que aseguren que las personas sordas puedan desempeñar sus funciones de manera autónoma y eficaz. En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, la CNSE aboga por políticas que no justifiquen la exclusión de personas sordas en determinados puestos y que acompañen medidas que integren y propicien entornos seguros sin incurrir en prácticas discriminatorias.
Procesos de selección equitativos para las personas con discapacidad
En cuanto a los procesos de selección, la entidad recuerda que deben ser equitativos y centrarse en las competencias y méritos de las/os candidatas/os en vez de en su discapacidad o en las adaptaciones que requieren para su desempeño laboral. En cuanto al acceso al empleo público, la CNSE exige que se garanticen oposiciones accesibles, sin imposiciones de requisitos médicos no exigidos a otras personas, y que, una vez obtenida la plaza, se proporcionen de inmediato las adaptaciones necesarias. Además, propone valorar el conocimiento de la lengua de signos como mérito en los puestos de atención al público.
El reconocimiento del perfil profesional del especialista en lengua de signos se plantea como una medida esencial, dado que constituye un nicho de empleo importante para el colectivo sordo. La CNSE reclama su regulación formal, la mejora de las condiciones laborales de estos profesionales, y el reconocimiento del papel de las personas sordas como referentes en la enseñanza, traducción y promoción de su propia lengua. También pone énfasis en la necesidad de promover la igualdad para las trabajadoras sordas, quienes enfrentan una doble discriminación por razones de género y discapacidad. Para ellas, la entidad pide políticas de empleo que integren una perspectiva interseccional y aseguren entornos laborales seguros, equitativos y libres de violencia y discriminación.
Para finalizar, la CNSE recuerda que el empleo es un derecho inalienable que debe ser garantizado para todas las personas, sin excepciones, y hace un llamamiento a los poderes públicos, al tejido empresarial y a la sociedad para que se sumen a la construcción de un mercado laboral donde la diferencia no sea un handicap, sino un valor. “El talento no tiene género, edad, origen, ni condición”.