El Congreso de los Diputados aprobó en noviembre de 2021 extender las ayudas a familias con hijos con enfermedades graves y una elevada discapacidad de los 18 años, como era anteriormente, hasta que cumplan 23 años. Pues bien, ahora las familias de estas personas han solicitado que se elimine dicho límite de edad para recibir una prestación.
El subsidio, contemplado en la Ley General de la Seguridad Social, beneficia a más de 9.000 familias en España. El objetivo de esta ayuda es compensar la pérdida de ingresos que sufren los padres y madres de estos niños con discapacidad al tener que reducir su jornada, con la consiguiente disminución de su salario, por la necesidad de cuidar de manera directa, continua y permanente a sus hijos.
Aunque las familias afectadas consideran que la reforma supuso un «balón de oxígeno» para muchas, advierten de que «desgraciadamente, no es suficiente» para los progenitores que tienen un hijo que, además de una enfermedad grave, tienen una discapacidad superior al 65%. De esta manera es incapaz de procurarse los autocuidados sanitarios necesarios para su enfermedad grave.
Un caso conocido fue el de Isabel González y su hija de 19 años con Atrofia Muscular Espinal y un 100% de discapacidad. Esta madre lanzó una campaña en la plataforma Change.org en 2019. Allí explicaba la situación en la que se encontraban muchas familias que pierden las ayudas para cuidar a sus hijos cuando estos alcanzaban la mayoría de edad.
Según explica la madre, todo esto ocurre en el momento en el que, según precisa, los padres se hacen más mayores y los hijos necesitan más apoyo.
El objetivo de eliminar el tope de edad
Y a pesar de que fue en el 2021 cuando se realizó el cambio del límite de edad a los 23 años, el objetivo es eliminar ese tope de edad. Isabel González, como recoge Europa Press, ha pedido que se aplique una «excepcionalidad legislativa»
Todo ello con la idea de que, en los casos en que el hijo, además de enfermedad grave, tenga una discapacidad a partir del 65%, no exista límite de edad para alcanzar el derecho a esta prestación que compensa la pérdida económica por la reducción de jornada para cuidar del hijo.
Según precisa esta madre en declaraciones a Europa Press, «si para cualquier familia es difícil asumir los costes del día a día, es más gravoso si cabe cuando te enfrentas a una enfermad grave con una alta discapacidad».
«Esos costes no solo se multiplican sino que contribuyen además a una situación de riesgo exclusión cuando nuestros hijos cumplan 23 años», finaliza.