La Fundación Síndrome de Down de Madrid (Down Madrid) ha puesto de manifiesto la necesidad de fomentar programas destinados a facilitar la alimentación y potenciar la masticación de los niños con síndrome de Down, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este miércoles 16 de octubre.
El 80% de los niños con síndrome de Down presenta una serie de dificultades en la alimentación, tienen deficiencias significativas en la función oral motora tales como hipotonía, macroglosia, la cavidad oral pequeña o problemas dentales, entre otros, así como frecuente rechazo a la comida y dificultad a la hora de aceptar las diferentes texturas de los alimentos.
Además, los hábitos de vida diarios de estos niños son significativos en la aparición o permanencia de estas dificultades. El tipo de alimentación que sigan o las posturas que adopten a la hora de comer son fundamentales para mejorar su deglución a la hora de comer. Las familias deben ser conscientes de que si no se trabaja en este aspecto lo más pronto posible el problema persistirá y puede ir a peor con el tiempo. Por ello, los padres deben ser conscientes de las características que presentan los niños y aprender la mejor forma de trabajarlas.
Para ayudarles, Down Madrid ha puesto en marcha el proyecto ‘Aprendo a comer’, se trata de una iniciativa en la que se ofrecen sesiones de logopedia para potenciar la masticación y la deglución en niños de 0 a 6 años con síndrome de Down. El objetivo de estos tratamientos es favorecer nuevos patrones musculares en la deglución y enseñar a los niños a aceptar nuevas texturas, experimentar con los sabores y manejar los alimentos dentro de la boca.
Hasta la fecha, se benefician de este programa un total de 20 bebés y niños con síndrome de Down y 40 familias, y la idea es que esta cifra se siga incrementando. Durante las sesiones de logopedia, los niños aprenden, entre otras cosas, a estabilizarse, es decir, controlar el tronco o la cabeza, hacen ejercicios para mejorar el tono muscular de la boca y de la cara, aumentar la sensibilidad oral y mejorar los movimientos de los labios, la lengua y la mandíbula.
Asimismo, la Fundación también apuesta por ofrecer programas y pautas a familias preocupadas por las dificultades en la alimentación. Las familias son responsables de conseguir que para los niños la hora de comer no sea un momento negativo, por este motivo, es fundamental que aprendan pautas para dar de comer a sus hijos, para tener en cuenta la importancia de la postura, etc.
Desde la Fundación señalan que este proyecto es una inversión a futuro aunque los destinatarios sean niños. Conseguir mejorar este aspecto, es decir, que aprendan a comer, hace que mejore su calidad de vida, de modo que, a medida que vayan creciendo lo van a tener todo más fácil, y van a ser mucho más autónomos e independientes.