El último miércoles de marzo se conmemora el Día Nacional del Trasplante, una fecha promovida por la Organización Nacional de Trasplantes.
El objetivo de este día es fomentar una cultura de donación de órganos y dar una oportunidad de vida a pacientes en espera. Muchos de estos pacientes son crónicos o terminales. Para ellos, las donaciones y los trasplantes son su última alternativa de vida.
Hoy en día, los trasplantes se han convertido en una práctica médica muy extendida con múltiples beneficios para los pacientes. De esta forma, tienen una segunda oportunidad.
Además de esta finalidad de concienciación, también se hace necesario reivindicar políticas de control contra la explotación comercial de los órganos y el tráfico de órganos.
La mayoría de las personas que se encuentran en las listas de espera para recibir un órgano o un tejido, presentan patologías crónicas o enfermedades terminales. Gracias a la donación de órganos, a través de las donaciones de los trasplantados, consiguen sobrevivir.
En la gran mayoría de los casos, la oportunidad del receptor surge en el momento en que otra persona, el donante en este caso, fallece aunque hoy en día la donación de donante vivo cada vez tiene más peso en la sociedad.
En el caso concreto de España, todos somos potencialmente donantes a no ser que nos hayamos opuesto en vida (a través del documento de instrucciones previas), o que nuestros familiares se opongan a ello.
Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), España cuenta con la mayor tasa de donación de órganos del mundo: 39,7 donantes por millón. España debe continuar en la misma línea, garantizando la equidad en el acceso al trasplante y fomentando el altruismo de la donación.