El objetivo de este día es concienciar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades de riñón, los factores de riesgo y como abordar las dolencias de este órgano.
Se calcula que 2,4 millones de personas mueren cada año en el mundo por la enfermedad renal crónica. De esta manera, es la sexta causa de muerte que más rápidamente está creciendo a nivel global. En total, se considera que existen 850 millones de pacientes con patologías renales.
Los profesionales enfermeros tienen un papel crucial en los pacientes que padecen alguna enfermedad del riñón. Estos son los encargados de sus cuidados contemplando los aspectos biopsicosociales y culturales, realizando diagnósticos y tratamientos.
Los riñones son dos órganos situados por encima de la cintura y recubiertos por tres capas, una interior que se denomina cápsula renal, una intermedia conocida como adiposa, que protege el primer estrato, y una externa llamada fascia renal, que une a los riñones con los órganos colindantes.
Entre las diferentes funciones del riñón, se encuentran: filtrado, reabsorción, producción de hormonas, secreción, orina. Por otro lado, existen tratamientos para contrarrestar los problemas renales:
Diálisis
La diálisis se usa como asistencia en caso de insuficiencia renal. En función del método empleado para la diálisis, existen dos técnicas de tratamiento sustitutivo de las funciones del riñón: hemodiálisis y diálisis peritoneal
La Hemodiálisis es una técnica de depuración sanguínea extracorpórea mediante una membrana semipermeable, denominada dializador. A su vez, esta funciona a través de dos mecanismos distintos: difusión y ultrafiltración.
La diálisis peritoneal consiste en la entrada de un catéter en la localidad peritoneal, que se emplea como membrana semipermeable natural.