El día 11 de febrero toda Europa conmemora el Día Europeo del Número de Emergencias 112.
Este teléfono surgió y se aprobó en 1991 por el Consejo de Ministros de la Unión Europea. Nació como sugerencia de la Comisión Europea y, desde entonces, el 112 se ha consolidado firmemente.
El objetivo de este día es concienciar a los ciudadanos de la utilidad y existencia de este servicio, puesto que un alto porcentaje de la población europea desconoce su existencia y/o su utilidad. El 112 no reemplazará a los números nacionales de emergencias existentes.
En la mayoría de países funciona en paralelo con ellos. Sin embargo, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Portugal, Suecia y Rumanía han optado por el 112 como el principal número de emergencias nacional.
El servicio del teléfono de emergencias 112 se explica en cinco puntos clave. Los responsables de su gestión enviarán ayuda a donde se necesite después de valorar la situación de urgencia por un profesional de cada área. Se ponen en marcha los medios necesarios para resolver la situación en la que se demanda ayuda por una emergencia.
Además, coordina las actuaciones y hace un seguimiento permanente de la urgencia en los centros donde se evacúan (si es necesario) a las personas afectadas. También entre estos servicios se encuentra el apoyo profesional a las personas, bien hasta que lleguen los medios al lugar accidentado o bien en las situaciones en las que no se requiere la intervención de los servicios.
Este número, además, ofrece apoyo a otros profesionales que pueden intervenir en situaciones de urgencia y emergencia o aportar información de interés ante situaciones vinculadas con la emergencia o la urgencia como teléfonos de ayuda, direcciones de centros de salud, comisarías de policía, centros de atención por malos tratos o localización de farmacias de guardia.
En caso de llamar al 112, ante una emergencia, se debe explicar con claridad qué ha sucedido y dónde ha sucedido. Por supuesto, se deben mantener abiertas las líneas telefónicas para que puedan localizarte.