«No existe una verdadera inclusión si no podemos participar»

Francisco Zuasti, experto en accesibilidad, hace hincapié sobre la verdadera inclusión en la sociedad en el Día Internacional de la Discapacidad 2021

Francisco Zuasti Discapacidad Accesibilidad

Francisco Zuasti

El próximo viernes 3 de diciembre, se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad de 2021. Un año donde las personas con discapacidad reivindican sus derechos para tener una vida totalmente plena en igualdad de condiciones.

En este aspecto, Francisco Zuasti, asesor en accesibilidad y discapacidad con una tetraplejia, recuerda el verdadero valor del concepto de inclusión, que va más allá de la propia integración de las personas con discapacidad en cualquier ámbito de nuestras vidas. Además del incumplimiento del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.

Si nos vamos a la definición del término de inclusión en wikipedia, podremos leer: La inclusión es un concepto teórico de la pedagogía que hace referencia al modo en que la escuela debe dar respuesta a la diversidad. Es un término que surge en los años 1980 y pretende sustituir la integración, hasta ese momento el dominante en la práctica.

De nada sirve que las personas con discapacidad se integren en un mundo donde ya están integrados cómo ciudadanos y que no tengan opción de participación por diferentes motivos, la accesibilidad, uno de los más destacados. Inclusión no es sumar o añadir, es poder acceder y participar en igualdad, afirma Zuasti.

El principal fundamento de la inclusión es la diversidad de cada una de las personas ya integradas en la sociedad con el añadido de ser «parte de» y no «separado de» dentro del grupo. Donde además tenga pleno acceso y participación recíproca en igualdad de condiciones.

Según la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.

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