Para obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente, es necesario superar un complejo proceso. Entre otras cosas, se debe superar el Tribunal Médico y contar con el visto bueno del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
En muchos casos, los ciudadanos consiguen la pensión de incapacidad permanente a través de la vía judicial, tras la denegación por parte del INSS. Por tanto, una incapacidad se puede obtener por la vía administrativa o por la vía judicial.
Cómo debe actuar la empresa
En caso de lograr el reconocimiento de una incapacidad permanente, es normal que surjan muchas dudas. Hablamos de dudas que pueden aparecer para el trabajador y para la empresa en la que trabaja el ciudadano.
Recientemente, el Gobierno de España ha aprobado una normativa que ha provocado cambios en el proceder de las empresas tras el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente a un trabajador.
En concreto, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha aprobado la reforma del artículo 49.1.e del Estatuto de los Trabajadores. Dicha reforma implica la eliminación del despido automático del trabajador tras el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente.
A partir de esta medida, el trabajador podrá elegir entre tres opciones diferentes en relación a la empresa después de conseguir la incapacidad permanente. Posteriormente, la empresa deberá llevar a cabo ciertas actuaciones.
Así, estas son las tres opciones entre las que puede elegir un trabajador después del reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente:
- Solicitar una adaptación del puesto de trabajo habitual.
- Solicitar un cambio a otro puesto de empleo dentro de la empresa, que se encuentre vacante y disponible. El nuevo puesto debe ser compatible con la nueva situación del trabajador y acorde a su perfil profesional.
- Poner fin a la relación contractual de la empresa.
Desde el Gobierno de España informan que «el texto aprobado también establece los criterios que permiten determinar cuándo los ajustes necesarios constituirían un coste excesivo para la empresa valorando, de manera específica, si los gastos de adaptación pueden sufragarse con ayudas o subvenciones públicas de manera parcial o total y, en su caso contrario, si son excesivos en relación con el salario medio, el tamaño y el volumen de negocio de de la empresa».
Elección tras conseguir una incapacidad permanente
Una vez que se reconoce la pensión de incapacidad permanente al trabajador, dicho trabajador tendrá un mes de espera para tomar una decisión. Es decir, dispondrá de un plazo máximo de un mes para optar por alguna de las opciones descritas anteriormente.
Tras la decisión adoptada por el trabajador, la empresa tendrá tres meses para ejecutar la decisión del empleado. Es decir, deberá adaptar el puesto de trabajo, cambiar su posición dentro de la empresa o extinguir el contrato de trabajo, en caso de que esa sea la elección del trabajador.
En cualquier caso, durante todo este periodo de espera, el trabajador no estará desamparado económicamente, ya que podrá seguir recibiendo la prestación de incapacidad temporal correspondiente.
Por tanto, la empresa tiene que cumplir ciertas obligaciones tras el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente a uno de sus trabajadores. Anteriormente a esta normativa, el reconocimiento de una incapacidad permanente suponía el fin de la relación contractual entre el trabajador y la empresa.