Los expertos siempre recomiendan a los ciudadanos hacer testamento en vida. Se trata de un documento oficial en el que una persona puede dejar por escrito cuál quiere que sea el destino de sus bienes y patrimonio después de su fallecimiento. Así, ofrece ventajas para el testador y también para los herederos, ayudando a evitar conflictos familiares en la partición de la herencia, entre otras cosas.
Sin embargo, en muchas ocasiones suele darse el fallecimiento de una persona que no ha dejado testamento en vida. En este caso, la repartición de la herencia tiene lugar en función de aquello que determina el Código Civil español referente a este tipo de situaciones. Cuando esto ocurre, los conflictos en torno a la herencia suelen ser más habituales.
Supongamos que fallece uno de los progenitores y no existe testamento. Así, los descendientes deberán solicitar una declaración de herederos sin testamento para reclamar la herencia correspondiente. Así lo explican los expertos de ‘Garanley Abogados‘.
Reclamación ante notario
Una vez que se produce la reclamación de la herencia, el notario debe recopilar toda la información necesaria para el procedimiento. Es decir, documentos de identidad, certificados de defunción y otros documentos varios. A partir de ahí, se elabora un acta notarial en el que se declara a los parientes que corresponda como herederos legítimos de la persona fallecida.

Este procedimiento no termina aquí. Posteriormente, se realiza una escritura y partición de la herencia, que también debe tener lugar ante notario. En este punto, el notario tiene la potestad para desarrollar un inventario de todos los bienes del fallecido y proceder a una partición legítima de los mismos.
Por otra parte, los expertos de ‘Garanley Abogados‘ informan que «también tendrá en cuenta la valoración económica de los mismos y el nivel de consanguinidad para establecer la preferencia ante un determinado bien, puesto que el reparto no solo se establece por número de parientes, sino por el nivel de afinidad sanguínea».
Precio de reclamación de una herencia
Los expertos en la materia explican que el proceso de reclamación de una herencia en vida es delicado y costoso. Tanto es así, que en ocasiones obliga a los potenciales herederos a renunciar a la herencia, a causa de los costes legales de abrir una disputa en las situaciones más extremas.
Este es uno de los principales motivos por los que es recomendable hacer testamento en vida, ya que ahorrará a los herederos todo este tipo de trámites, muy costoso en muchos casos. Además, si no existen herederos legítimos, los bienes de la persona fallecida sin testamento podrían pasar a manos del Estado.
Además, en el proceso de reclamación de una herencia hay que tener en cuenta otros elementos claves, como el pago de impuestos. Si bien, el pago de los impuestos relacionados con las herencias suele variar de una Comunidad Autónoma a otra.
Desde ‘Garanley Abogados‘ comentan que «se estima que las gestiones necesarias para el pago de una herencia modesta oscilan entre los 2.000 y 3.000 euros, aunque estas cifras son meramente orientativas». No hay que olvidar que en muchos casos se emprenden acciones legales por el reparto de una herencia entre familias, por lo que también sería necesario incluir las costas del juicio.