La Seguridad Social exige el cumplimiento de una serie de requisitos de cotización para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación en España. Las personas que no alcanzan dicho requisito de cotización no podrán acceder a una pensión de estas características.
Así, para cobrar una pensión contributiva de jubilación en España es necesario haber cotizado durante, al menos, 15 años a la Seguridad Social. Además, dos de esos años deben ser inmediatamente anteriores a la jubilación. Esta normativa se recoge en el sistema de pensiones español actual.
Pensión con 14 años cotizados
Todas las personas con una cotización inferior a 15 años a la Seguridad Social no tendrán derecho a una pensión contributiva de jubilación. Es decir, si has cotizado durante 14 años en tu vida laboral, la Seguridad Social no permite percibir esta pensión.
Sin embargo, la Seguridad Social contempla una pensión de jubilación alternativa para aquellas personas con 14 años cotizados o menos. Se trata de la pensión no contributiva de jubilación,permitida incluso para aquellas personas que nunca han cotizado a la Seguridad Social.
Esta pensión no contributiva de jubilación es gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Desde el IMSERSO explican que «la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
En definitiva, si has cotizado solo 14 años o menos a la Seguridad Social, puedes acceder a percibir esta pensión no contributiva de jubilación. Eso sí, siempre que se cumplan con los requisitos adicionales exigidos por el IMSERSO.
Requisitos del IMSERSO
Aunque no se exijan requisitos de cotización, para tener derecho a cobrar una pensión no contributiva de jubilación es preciso cumplir con ciertas condiciones específicas. Por ejemplo, es necesario tener 65 años o más.
Además, es obligatorio tener residencia legal en España. Sobre esta condición, desde el IMSERSO explican que es preciso «residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud».
Si bien, la condición más importante consiste en cumplir un requisito de carencia de rentas. En 2023, es necesario que la persona beneficiaria tenga ingresos inferiores a 6.784,54 euros, en cómputo anual. Esta cantidad es precisamente la que se percibe por una pensión no contributiva de jubilación de forma anual en 2023.
Los ingresos para cumplir el requisito de carencia de rentas aumentan en caso de que se conviva con más familiares en la unidad de convivencia, ya que se tendrán en cuenta los ingresos de todos los medios.
Evidentemente, la pensión no contributiva de jubilación tiene un importe inferior a cualquier pensión contributiva de jubilación. Esta es una de las desventajas de este tipo de prestación, aunque supone una alternativa relevante para aquellas personas que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación.
Como conclusión, desde el IMSERSO argumentan que «la cuantía individual de la pensión se establece en función del número de beneficiarios de pensión no contributiva integrados en la misma unidad económica de convivencia, de los ingresos personales y/o los de las personas que integran la unidad económica, no pudiendo ser inferior dicha cuantía a 1.696,14 euros anuales, que se corresponde con el 25% del importe íntegro para el año 2023″.