¿Cuáles son las técnicas de rehabilitación más utilizadas?

Los ejercicios de rehabilitación tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad, con lesiones o mayores

Rehabilitación

La rehabilitación consiste en un proceso por el cual se ponen en uso una serie de técnicas y tratamientos con el objetivo de recuperar o mejorar la funcionalidad de una estructura alterada con el fin de restablecer su estado habitual. la rehabilitación permite a quien la recibe a vivir, trabajar y aprender con pleno rendimiento. Como podemos imaginar, la rehabilitación también cumple una importante labor para en frenar patologías relacionadas con el envejecimiento y destinadas a mejorar la calidad de vida.

Si hemos sufrido algún tipo de lesión, ya sea en partes blandas como un esguince de ligamentos, alguna rotura o una tendinitis, o en partes duras; fracturas o fisuras, nos veremos obligados a comenzar un proceso de rehabilitación que dependerá, en todos los casos, de la gravedad de la lesión y de si tenemos que pasar o no por el quirófano.

Estas son las técnicas de rehabilitación más utilizadas 

La rehabilitación contribuye a la atención integral centrada en la persona. Es un componente integral de los servicios de salud, lo que garantiza que la gente pueda realizar con total potencial y funcionamiento sus actividades del diario. Por esta razón, detallamos las técnicas de rehabilitación más utilizadas:

Crioterapia

La crioterapia consiste en aplicar frío en la zona afectada. Esta técnica se suele realizar justo después de una lesión, en fase aguda. Su objetivo es el de evitar la inflamación de la zona afectada, actuando como sedante y disminuyendo el dolor. La aplicación del frio debe hacerse en diferentes tandas de 10 a 20 minutos, dejar descansar la zona entre 60-90 minutos y volver a repetir el proceso. La crioterapia sirve como relajante muscular post-esfuerzo, utilizado por la mayoría de deportistas de élite para acelerar la recuperación muscular.

Rehabilitación con crioterapia
Rehabilitación con crioterapia

Electroterapia

La electroterapia consiste en la aplicación de estímulos físicos generados por una corriente eléctrica. Estos tienen el objetivo de evitar la atrofia muscular y de ganar fuerza en el músculo mediante los electrodos colocados en la piel que transmiten la corriente eléctrica a la zona elegida. El TENS (Transcutaneous electrical nerve stimulation, electroestimulacion transcutánea de los nervio) es un programa de electroterapia a baja frecuencia que permite disminuir el dolor de una zona determinada. Los programas de estimulación muscular sirven para recuperar la capacidad contráctil del músculo que haya disminuido su fuerza, bien por una lesión o por un periodo de inactividad.

Rehabilitación con electroterapia

Ultrasonoterapia

La ultrasonoterapia se basa en la aplicación de vibraciones sonoras superiores a 20.000Hz. Esta técnica de rehabilitación se utiliza para el tratamiento de partes blandas: lesiones de ligamentos, tendinitis, lumbalgias… Además, puede ser utilizado de dos formas: pulsado o continuo. Las aplicaciones pulsadas tienen un efecto térmico profundo. Las pulsadas, en cambio, están indicadas en procesos inflamatorios.

Rehabilitación con Ultrasonoterapia

Termoterapia

La termoterapia consiste en la aplicación de calor en diferentes grados con fines terapéuticos. Esta manera de rehabilitación tiene beneficios como el aumento del flujo sanguíneo, que conlleva un aumento de oxígeno y nutrientes a la zona tratada; relajación muscular cuando existen contracturas, acelera la regeneración de tejidos y favorece la analgesia. Mucho cuidado con un exceso de calor, pues podría ser contraproducente e incómodo para el paciente.

Rehabilitación con termoterapia

Cinesiterapia

Esta técnica es uno de los pilares de la rehabilitación. La cinesiterapia pasiva es la técnica en la que el paciente no participa voluntariamente en el movimiento. Se lleva a cabo para estimular los tejidos afectados por una patología que incapacita al paciente para su realización voluntaria y ayuda a mejorar la amplitud y el movimiento de las articulaciones afectadas. Esta técnica evita atrofias musculares, aumenta el riego sanguíneo de la zona movilizada y agiliza en proceso de recuperación.

Cinesiterapia

Una vez el paciente ya puede valerse por sí mismo, pasamos a la segunda parte: cinesiterapia activa, en la que el paciente ya puede hacer movimientos voluntarios con la zona afectada. En caso de que estemos sumergidos en un proceso de rehabilitación es fundamental saber respetar los tiempos de recuperación y aplicar las técnicas expuestas de la mejor manera y segura posible.

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