La alergia estacional, también conocida como rinitis alérgica o fiebre del heno puede ser altamente molesta para las personas que la sufren. En este sentido, debido al aumento de las temperaturas se esperan una ola de casos de alergia entre la población, especialmente por el polen.
Debido a la pandemia del Covid-19 se ha generado un debate sobre la posible compatibilidad de síntomas entre la rinitis alérgica y el virus. Sin embargo, los ataques de alergia son fácilmente detectables por la aparición de picor en ojos, nariz, palados u oídos.
Para reducir los efectos propios de la alergia, ya sea a causa del polen, polvo o caspa; la mayoría de persones acude a los medicamentos. Principalmente se valen de aerosoles nasales o antihistamínicos; aunque algunos de estos pueden ocasionar somnolencia y otros síntomas secundarios.
¿Qué es la rinitis alérgica?
La rinitis alérgica es lo que se conoce popularmente como un ataque de alergia entre la población. Se caracteriza por un conjunto de síntomas que afectan a la nariz, principalmente causado por polvo, polen o caspa. Este fenómeno también puede aparecer al ingerir algún alimento o micronutriente al que la persona es alérgica.

Uno de los más comunes es la rinitis alérgica por el polen de las plantas, el cual se denomina también alergia estacional o fiebre del heno. En este sentido especialistas afirman que durante el mes de junio podrían aumentar los casos relacionados con esta afección.
Así, las plantas que originan episodios de rinitis alérgica son los árboles, pastos o ambrosía. De esta forma, el polen es transportado por el viento y causando la afección en las personas.
Además, según los expertos, los días calientes, secos y ventosos tienen una mayor tendencia a presentar una gran cantidad de polen en el aire. Sin embargo, en los días húmedos, fríos y lluviosos, prácticamente todo el polen termina cayendo al suelo.
Consejos para reducir los efectos de la rinitis alérgica
No es sencillo evitar o prevenir los síntomas de la alergia. Lo cierto es que el polen se condensa en el aire y cualquier persona es propensa a a sus efectos. Hay personas alérgicas que manifiestan unos síntomas con mayor preponderancia-
No obstante existe la manera de consultar los niveles de polen de cualquier lugar en el que nos encontremos. Estos valores se pueden buscar en la página web de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Cómo hemos deslizado anteriormente, los días más aconsejable para que las personas alérgicas salgan a la calle son aquellos lluviosos, ya que las partículas de polen caen al suelo.
Para los días de verano, con mucha calor, es recomendable utilizar el aire acondicionado. Eso sí, es conveniente limpiar los filtros cada cierto tiempo para evitar que el polen se aleje dentro y la máquina lo transmita a través del aire.
Del mismo modo, otro hábito que podría ayudarte es desprenderte de la ropa y ducharte cada vez que llegues de la calle. Esto podría acabar directamente con los posibles trazos de polen adheridos al cuerpo, camiseta o cabello.
No obstante, si los síntomas persisten en el tiempo lo más adecuado es acudir a un especialista médico que nos ofrezca un tratamiento acorde a nuestras características personales.
Aunque hay personas que también acuden a remedios naturales que pueden resultar efectivos, como té de rooibos, té de ortiga, té verde, vinagre de manzana, cebolla, yogur natural o cúrcuma.