Son tiempos de preparación de muchas cosas: primero, de despedirnos del verano; segundo, de posicionarse para lo que llega. Vuelve el colegio a las casas y a las vidas de muchas familias y niños que quieren tenerlo todo listo antes del primer día de clase. Pero lo cierto es que los hábitos de estudio siguen siendo una constante en todos los centros educativos. Los profesores se esfuerzan y mucho en poder conseguir las mejores unidades didácticas para los alumnos a los que enseñan, pero también deben ser las familias quienes den el paso adelante con los más pequeños.
De forma que se pueden ir cocinando esos mismos hábitos de estudio en nuestros propios hogares para que se prolonguen también durante las horas en las que los niños están tanto en el colegio como el instituto. Todo depende del sentido del esfuerzo, y sobre todo de la capacidad de organización para que dé tiempo a resolver las tareas y a estudiar las materias que siempre se van dando de forma actualizada de todas y cada una de las asignaturas.
El sentido de la planificación es otro de los puntales en este sentido, teniendo en cuenta que hablamos en muchos casos de niños muy pequeños, por lo que si logramos todas estas cosas, tendremos mucho terreno ganado en los hábitos.
¿Cómo genero un hábito de estudio para niños desde 6 años?
Si quieres tomar la iniciativa de poder ir ofreciendo nuevos y buenos hábitos de estudio para los chicos, es importante saber cuál es la edad del pequeño que tenemos en casa. Porque no es lo mismo indicarle un hábito a alguien de 10 que de 6 años, porque el cerebro funciona de forma muy diferente.

La motivación es esencial en este sentido para generar el hábito, de ahí que niños, padres y profesores todos trabajen a una con el interés de poder ofrecer metas alcanzables, objetivos posibles que permitan motivar a los alumnos, como decirles que en cuanto terminen de hacer los deberes, podrán salir a jugar.
¿Qué tipo de ambiente de estudio he de crear para mejorar los hábitos?
Con el fin de que el hábito llegue mejor, debe ser un espacio dedicado exclusivamente para el estudio, el que tengamos en nuestra casa o en su cuarto. Un lugar agradable para el niño, con luz y ventilación que permita sólo la concentración total de las tareas que lleve a cabo.
Es importante matizar en este sentido que no debe ser un espacio con distracciones, por lo que las televisiones, los smartphones y por supuesto las consolas quedan fuera de cualquier espacio de estudio para crear hábitos.