Es una de las revelaciones y uno de los rostros más populares de la industria de la cinematografía y del audiovisual de estos últimos tiempos. Su talento innato para adaptarse a cualquier papel y rol lo han convertido en un deseo para todos los directores de películas. Su nombre es Santiago Demarco, aunque también se le conoce, a modo de más cercanía, como Santi.
Su nombre está íntimamente ligado a la serie de Netflix División Palermo, donde este intérprete desarrolla un importante papel. No obstante, Santi también presenta una condición importante que pone en valor su trayectoria como actor: tiene síndrome de Down, una alteración genética del cromosoma 21 desde el momento que nació y le hace tener una discapacidad intelectual.
A pesar de su severa discapacidad, De Marco se desmarca de la bondad y de los halagos que se vierten sobre este colectivo y aclara que «no soy un ser de luz«. En cualquier caso, sí es consciente del apoyo que ha recibido a lo largo de su vida y quien le ha acompañado en el camino: «La gente del barrio, mi familia y mis amigos son los que confían en mí; soy uno más que se acopla a la sociedad».
Actor con síndrome de Down
El síndrome de Down le ha otorgado a Santiago Demarco a tener una discapacidad; la discapacidad, por su parte, le ha permitido desarrollar toda su capacidad. Y su talento, que es innato, para interpretar diferentes papeles y roles en producciones audiovisuales, causando una grata sensación entre la audiencia. Siempre ha deseado trabajar encima de un escenario y delante de las cámaras.
«Era muy chico cuando empecé a estudiar teatro. Clase tras clase, me daba cuenta que es lo que quería hacer todo mi vida», expone Santi en una entrevista para ‘Clarín’. De Marco es el hermano mayor de tres hermanos, lo que afianza todavía más la relación con su familia, para quien sólo tiene palabras amables: «Somos muy unidos y sin ellos nada sería posible”.
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En esta línea, la trayectoria de este actor ha ido siempre en ascenso hasta llegar a Netflix, una de las principales productoras de la industria del audiovisual del mundo, a través de División Palermo. Su elección como intérprete en este elenco no fue en vano, sino por su valía: «Somos personas que nos pasan un montón de cosas, además de pertenecer a una minoría«, destaca Demarco.
No obstante, a pesar de haberse convertido en un actor de renombre dentro del sector, la vida de Santiago De Marco no siempre ha sido sencilla, ni mucho menos, y ha tenido que hacer frente al síndrome de Down y a todas las barreras que eso conlleva, especialmente las mentales y actitudinales: «A veces nos ven no como parte de la sociedad, sino como seres de otro planeta», destaca.
Reírnos de nosotros mismos
Santiago Demarco es actor, algo que ya se podía augurar «desde la cuna» debido a su gran pasión por la interpretación. Es una persona con síndrome de Down y tiene un papel clave en la segunda temporada de División Palermo: “Quiero dejar en claro que no soy un ser de luz«, insiste en ello.
En cuanto al colectivo se refiere, Demarco indica que «no es que participamos de la serie solo por tener una discapacidad. Somos personas haciendo cosas, y las hacemos lo mejor posible«. Él se siente valorado por la productora, que ha confiado en él por su capacidad y talento para interpretar según qué papel y qué rol dentro de una producción.
También cree que es importante «reírnos de nosotros mismos«, a pesar de que lamenta que todavía haya segmentos de la sociedad que les tilden con infantilismos o con expresiones de lástima hacia ellos. Son personas con sentimientos, emociones y sueños por cumplir. Merecen el mismo trato y una igualdad de oportunidades real, basada en la inclusión y reconocimiento.
Finalmente, este actor con síndrome de Down lanza un importante consejo a personas que presentan una discapacidad: «No te quedes en tu casa. Sal a pelear por lo tuyo y rodéate con buena gente”. Ese es el verdadero secreto de su vida, en la que se ha juntado con personas que le han hecho mucho bien y le han permitido mostrarse tal y como es en cada momento. Sin esconder nada de su personalidad.