Varias Comunidades Autónomas estudian prohibir fumar en la calle

La Xunta de Galicia ha restringido esta práctica en espacios abiertos cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad

Persona fumando un cigarro con mascarilla

Persona fumando un cigarro con mascarilla

Galicia ha prohibido este jueves fumar en la calle o en espacios públicos en los que no se pueda garantizar la distancia de dos metros de seguridad. Es la primera Comunidad Autónoma que da este paso al frente, una idea que según los expertos podría reducir bastante el número de contagiados.

Por ello, los comités científicos de comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León, Valencia y Madrid, se encuentran valorando esta posibilidad y así prohibir también esta práctica, que como se ha demostrado, es una principal vía de transmisión del coronavirus.

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta en funciones, ha anunciado este jueves esta nueva restricción: «Varios miembros del comité clínico coincidían en que fumar sin ninguna limitación, ya sea en una terraza, con personas próximas, o en zonas de gran afluencia de ciudadanos, sin ninguna distancia física de seguridad, es un riesgo alto de contaminación, de infección”.

Las comunidades que se encuentran estudiándolo tienen claro que el hecho de fumar con más personas a nuestro alrededor supone un importante riesgo de contagio. Al igual que pasó con las cachimbas, esta medida pretende evitar que esas diminutas partículas que lanzamos al expulsar el humo puedan contagiar.

Esto hará que los fumadores «sean más estrictos» a la hora de fumar en público

Por su parte, el jefe del Servicio de Neumología del hospital de Vigo, Alberto Fernández, apunta que no se está prohibiendo fumar en la calle, sino que se trata de una medida para que los fumadores «sean más estrictos» y tomen conciencia para «mantener la distancia mínima de seguridad cuando fuman en público».

“Hay evidencia clarísima de que la agresividad de la enfermedad en fumadores es muy superior. Puede multiplicar entre cinco y ocho veces el riesgo de una neumonía grave”, prosigue Fernández, miembro del comité clínico que ha asesorado a Feijóo.

En otro lugar, María Cruz Minguillón, investigadora del CSIC cree que la medida “hará que los fumadores mantengan la mascarilla puesta el tiempo que se la habrían quitado para fumar, lo cual es positivo”. Asimismo, piensa que se debería «prohibir también cualquier otra actividad (beber, comer) que requiera quitarse la mascarilla».

En este sentido, las comunidades han visto buena esta idea, que reducirá los contagios y además, beneficiará el hecho de que las «infecciones por Covid-19 sean menos graves.

Salir de la versión móvil