Las pensiones de incapacidad permanente se calculan según un porcentaje cerrado de la base reguladora, que depende del grado de incapacidad reconocido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Sin embargo, existe una situación en la que se puede aumentar un 20% de la base reguladora para calcular la cuantía de la pensión de incapacidad permanente.
Hay que recordar que las pensiones de incapacidad permanente tienen el objetivo de paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral. La pensión de incapacidad puede derivar de accidente de trabajo, enfermedad profesional, accidente no laboral y enfermedad común.
Además, es importante tener en cuenta que en este año 2023 se ha producido una revalorización de las cuantías de las pensiones de incapacidad permanente. En concreto, hablamos de un aumento de las cuantías en un 8,5% con respecto a los importes del año 2022.
Base reguladora en la incapacidad permanente
En España existen cuatro grados de incapacidad permanente: Parcial, Total, Absoluta y Gran Invalidez. Así, la incapacidad parcial es el único grado por el que no se recibe una pensión mensual como tal. Se trata de una indemnización de pago único que se calcula con las 24 mensualidades últimas de bases de cotización.

En el caso de la pensión de incapacidad permanente total, la pensión se corresponde con el 55% de la base reguladora. Este grado de incapacidad inhabilita al trabajador para su profesión habitual, aunque la percepción de la pensión es compatible con otras actividades laborales que no entren en conflicto con el grado de incapacidad reconocido.
Si bien, la incapacidad permanente absoluta conlleva la percepción de una pensión del 100% de la base reguladora; mientras que la Gran Invalidez también conlleva una pensión del 100% de la base reguladora. Además, en la Gran Invalidez se añade un complemento económico no inferior al 45% de la base reguladora, debido a la necesidad de la persona beneficiaria de contar con la ayuda de terceras personas para desarrollar las actividades básicas de la vida.
Aumento del 20%
Una vez expuesto todo lo anterior, es necesario destacar que existe un grado de incapacidad permanente que permite aumentar el porcentaje de la base reguladora en un 20%. Se trata de la pensión de incapacidad permanente total.
El aumento del 20% puede darse cuando la persona beneficiaria de incapacidad total tiene 55 años o más y se encuentra en situación de paro. Esta situación se conoce como incapacidad permanente total cualificada y conlleva la percepción de una pensión del 75% de la base reguladora.
Es posible acceder a la incapacidad total cualificada desde una situación de incapacidad permanente total normal o directamente por el reconocimiento directo de una pensión de este grado de incapacidad a una persona con 55 años o más. Eso sí, la pensión de incapacidad total cualificada no podrá ser compatible en ningún caso con la realización de una actividad laboral.
Si una persona cuenta con una incapacidad permanente total cualificada e inicia una actividad laboral, se retira el plus del 20% que se añade a la base reguladora, aunque no se pierde el derecho a la pensión de incapacidad total compatible con dicha actividad laboral.