La puerta del frigorífico es una de esas zonas de la casa que tocamos todos los días, por lo que es esencial que la mantengamos limpia y desinfectada a lo largo de la semana. Sin embargo, esto a veces se hace bastante complicado ya sea por falta de tiempo o porque no tenemos los recursos necesarios para hacerlo. En este sentido, las neveras de color blanco son las que más sufren las consecuencias del paso del tiempo. Por lo que es muy importante que sepamos cómo es su limpieza para evitar que se vuelva amarilla con los años.
De esta forma, una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que no debemos utilizar trapos duros y con fibras rígidas que puedan dañar el material con el que están fabricados. Por lo que una de las cosas más importantes a la hora de limpiar la puerta blanca de la nevera es tomar un paño suave que sea adecuado para este tipo de acabados.
Pero, además de cómo limpiarlo, en este artículo también te vamos a dar las pautas necesarias para que puedas evitar que se torne de color amarillo con el paso del tiempo. Ya que esto es una de las cosas más comunes si compramos un frigorífico de este color.
Así debes limpiar tu nevera de color blanco
Si has decidido tener en casa una nevera de color blanco, sabrás que una de las peores cosas de este color para este electrodoméstico es que con el paso del tiempo puede volverse amarillo. Por ello, lo mejor es que sigamos algunos consejos prácticos para conseguir que mantenga el color en perfecto estado durante el mayor tiempo posible.

Así, algunos de los mejores consejos para la limpieza de la puerta de tu nevera blanca son:
- Realiza una primera limpieza de la puerta tan solo usando un paño suave húmedo para humedecer la superficie.
- A continuación, añade media taza de lejía en un recipiente junto con cuatro tazas de bicarbonato y un vaso de agua tibia.
- Coge una esponja limpia y suave y esparce toda la mezcla por la puerta del frigorífico para retirar todas las huellas que se hayan acumulado, así como la suciedad.
- Por último, déjalo actuar durante algunos minutos y retira todo el producto con un paño seco y limpio.
Además, también puedes utilizar un paño de microfibra seco para darle más brillo a tu nevera blanca y así conseguir que quede tan nueva como el primer día. Recuerda evitar el uso de productos con grandes cantidades de químicos ya que pueden contener compuestos que modifiquen el color de tu nevera y la amarilleen.
Limpia el frigorífico por dentro y por fuera de forma regular
Además, otra de las cosas importantes que debes tener en cuenta para alargar la vida útil del frigorífico es intentar limpiarlo tanto por dentro como por fuera de forma regular. Así, evitarás que la suciedad se acumula y se produzcan manchas que se incrusten en el material y sean difíciles de quitar.
Una forma fácil de hacerlo es empezar por limpiar las estanterías y los cajones. Así te ahorrarás tiempo y permitirás que tu nevera quede impoluta al introducirlos una vez que ya estén impecables. En este caso, puedes comenzar dándole con agua y jabón. Y, a continuación, aplica la mezcla del bicarbonato con agua para que puedas dejarla actual durante algunos minutos.
Una vez que hayas realizado la limpieza a fondo de la nevera con bicarbonato y hayas aclarado bien todos los lugares de ella, deja la puerta abierta durante varios minutos para que pueda secarse bien.