El Pacto de Toledo es ya una realidad. El pasado mes de octubre ya se aprobaron sus recomendaciones de pensiones. Entre sus principales medidas está la desgravación de los planes de pensiones o la penalización a la jubilación anticipada.
Además, incluye una medida que se toma en el País Vasco y que gustaba mucho al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Esta norma se basa en completar las pensiones públicas con las medidas económicas que proponga la empresa del trabajador. Este es una especie de modelo de pensiones privado que completa con el sistema publico de pensiones de la Seguridad Social.
El pasado mes de marzo, el ministro Escrivá aseguraba que el modelo del País Vasco arroja «niveles de pensiones complementarias interesantes. Sobre todo para las rentas medias y bajas, que son los trabajadores que más lo necesitan».
Así funciona el modelo vasco de pensiones
El modelo vacos de pensiones se centra es un elemento complementario a las pensiones públicas. Es decir, es un tipo de pensión privada que complementa a la publica que recibe por parte de la Seguridad Socia
Los empresarios y sindicatos realizan una negociación colectiva para llegar a un acuerdo, que son las medidas económicas que se sumarán a la pensión pública.
De esta manera, en el modelo vasco de pensiones tanto la empresa como los trabajadores aseguran una compensación económica de cara a su jubilación. De esta manera, los trabajadores cuentan con un modelo de pensiones privado que sería complementario al sistema público de la Seguridad Social.
Atendiendo a cifras facilitadas por el gobierno vasco, la mitad de los trabajadores se acogen a este tipo de pensiones. Es decir, cuentan con un plan de pensión de empresas y el público del Gobierno. Además, tienen un incentivo fiscal a estos planes «si hay aportación del trabajador y del empleador».
En el resto de España, solo el 10% de los trabajadores disfrutan de esta pensión compensatoria.
¿Cuánto el pago máximo y mínimo por jubilación para 2020?
Es muy importante saber las cantidades máximas y mínimas a recibir. En este caso, no se podrán sobrepasar independientemente de los años cotizados o del importe de las aportaciones a la Seguridad Social.
La pensión más baja se da en caso de que el jubilado tuviese cónyuge pero no esté a su cargo, la pensión sería de 8.461,47€ (604,39 € mensuales). Y cuando no se tiene cónyuge, de 8.951,65 € que se dividen en 639,40€ al mes.
La máxima cuantía que se puede adquirir al mes por jubilación asciende a un total de 2.683,34€ al mes, multiplicado por 14 pagas que suman 37.566,76€ al año. De esta manera, si tu base reguladora calculada fuera mayor que estas cifras, tan solo podrías cobrar estos topes máximos.
Cuantas más altas sean nuestras bases de cotización, más dinero se suministrará. De esta manera, la cuota máxima solo se puede obtener si nuestras bases de cotización son suficientemente altas para que, en el cálculo de la base reguladora que dará lugar a nuestra pensión, resulte una pensión de jubilación también muy alta. Por lo tanto, la pensión máxima se refiere a un tope, no a que sea un importe alcanzable, ya sea por méritos, cotización o edad.