Para acceder a una pensión contributiva de jubilación en España, los ciudadanos deben cumplir un número de años determinados de cotización a la Seguridad Social. Estos años de cotización se contabilizan, mayormente, en base a las jornadas laborales realizadas durante la vida laboral.
En concreto, para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación en España es necesario haber cotizado durante, al menos, 15 años a la Seguridad Social. Además, dos de esos años deben ser inmediatamente anteriores a la jubilación.
Así, en España existen diferentes tipos de jornadas laborales que pueden realizar los ciudadanos. Si bien, las más habituales son la jornada laboral completa y la jornada a tiempo parcial. Respecto a este tipo de jornadas de trabajo la nueva reforma de pensiones trae importantes modificaciones.
Jornadas laborales para la jubilación
Recientemente, el 16 de marzo de 2023, el Gobierno de España aprobó la segunda pata de la reforma de pensiones, encabezada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Entre las medidas adoptadas se recoge una importante novedad con respecto a las jornadas labores. Especialmente, en relación a la contabilización para el acceso a una pensión contributiva de jubilación.
Hasta la fecha, en España existían diferencias entre las jornadas laborales a tiempo parcial y las jornadas laborales completas. Diferencias en cuanto a la contabilización de años de cotización para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación.
Así, con la anterior normativa, la base de cotización mensual de los trabajadores a tiempo parcial dependía de las retribuciones efectivamente percibidas, de forma independiente al número de horas trabajadas. Este es un aspecto que resultaba negativo respecto a la cotización necesaria para cobrar la pensión contributiva de jubilación.
Asimilación de la jornada a tiempo parcial
Con la nueva reforma de pensiones, se equipara la jornada laboral a tiempo parcial con una jornada laboral a tiempo completo. Una asimilación a efectos del cómputo de los periodos cotizados que se utilizarán para calcular las cuantías de las pensiones de jubilación, incapacidad permanente, viudedad u orfandad.
Esta es una de las novedades más relevantes que incorpora la segunda pata de la reforma de pensiones. Tiene efectos directos sobre las jornadas laborales y sus efectos de cotización para acceder a las pensiones contributivas del sistema español.
Gracias a esta medida, los trabajadores podrán alcanzar antes los requisitos exigidos para tener derecho a cobrar las pensiones contributivas mencionadas. Se trata de un elemento relevante para los más de dos millones de trabajadores que realizan su actividad laboral a jornada parcial actualmente en España.
En el caso de la pensión de jubilación no solo hay que tener en cuenta el número de años necesarios para tener derecho a su percepción; sino también los años de cotización que se deben cumplir para que el trabajador tenga acceso al 100% de su base reguladora en la pensión de jubilación.
Así, en 2023, para tener derecho al 100% de la base reguladora en la pensión de jubilación es necesario haber cotizado, como mínimo, durante 36 años y seis meses a la Seguridad Social. A partir de 2027, será obligatorio haber cotizado durante, al menos, 37 años a la Seguridad Social.
En definitiva, la asimilación de las jornadas laborales parcial y completa juegan un papel fundamental para el acceso de los ciudadanos a las pensiones contributivas del sistema español.