Collette Divitto quiere cambiar el mundo y, aunque esto es muy difícil, ella lo está intentando hacer desde su pequeña empresa. Divitto, de 31 años, tiene síndrome de Down, una discapacidad intelectual que no le ha frenado en la vida ya que es directora ejecutiva y jefa de su propia compañía. Collette tiene una empresa de galletas y lucha por las personas con necesidades especiales para que puedan conseguir un trabajo digno.
Después de graduarse en ClemsonLIFE, un programa de la Universidad de Clemson, Divitto decidió mudarse a Boston. Allí comenzó a buscar trabajo como cualquier persona, pero todas sus solicitudes eran rechazadas. «Recibía correos electrónicos que decían que no encajaba bien», dice la CEO de Collettey’s Cookies.
Tras estos rechazos, Collette no lo dudó ni un segundo más y decidió emprender. Lanzó una empresa de galletas que, a día de hoy, tiene muchos seguidores.
Divitto da oportunidades a personas con discapacidad intelectual o síndrome de Down
Desde que inició su proyecto, Collette Divitto ha vendido más de 550.000 galletas. Además, también ha iniciado un Programa de Liderazgo de Collettey sin fines de lucro para poder ayudar a personas con capacidades diferentes a encontrar un trabajo digno.
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