El ajo es uno de esos alimentos que poco a poco se va colando siempre en nuestra dieta rica y equilibrada. Como en la gran mayoría de especias, del ajo conviene no abusar por tantas y tantas razones. Eso sí: como si fuera algún tipo de fruta, la cáscara del ajo es mucho más nutritiva de lo que le hacemos pensar cuando la tiramos. De ahí que sea esencial diferenciar cuáles son las grandes virtudes que tiene para nuestro organismo la cáscara de ajo.
Cuando pelamos el ajo, solemos tirar la cáscara a la papelera sin miramientos. Es cierto que lo más importante está en el interior, qué duda cabe con semejante superalimento.
Pero siempre hay una buena razón para conservar la cáscara del ajo. Aquí vamos a resumirte sobre todo las que afectan directa y positivamente a nuestro organismo. Pero hay más.
Quizá lo que más convenga a estas alturas de artículo, antes de dar paso a la importancia de la cáscara de ajo, es contar qué supone el ajo en sí y cuál es su mapa nutricional.
Sólo así sabremos el alcance de un superalimento como el ajo, cuya cáscara vamos a descubrirte casi hoy. Para evitar que se tiren sabiendo el uso que se les puede dar.
¿Cuáles son las ventajas de comer ajo?
Lo que siempre se ha dicho acerca de las grandes virtudes del ajo es que es un alimento que nos ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Pues así es.
Porque se considera un auténtico anticoagulante, esto es, que el ajo colabora directamente en que no se formen coágulos de sangre, favoreciendo el ensanchamiento de los vasos sanguíneos.
¿Qué ocurre con este efecto sanguíneo tan positivo que produce el ajo? Pues que ayuda a prevenir ciertas enfermedades y tiene efectos antibacterianos. ¿Sabes en qué más ayuda?
- Es antifúngico, es decir, lucha contra la creación de hongos
- Reduce el colesterol malo
- Nos ayuda a bajar la presión sanguínea
- Es antioxidante
- Tiene propiedades antitóxicas
- Es antiviral
¿Qué otros beneficios aporta la cáscara del ajo?
Más allá de los dientes de ajo que tantas soluciones naturales nos dan, ahora abordamos de lleno los grandes regalos nutritivos de la cáscara de ajo.
Con sólo añadirla a jugos o completar los alimentos con ella, podrás sacarle todo el partido posible a diferentes funciones que te resumimos aquí, también a nivel saludable.
Porque la cáscara de ajo conviene para regular nuestra circulación sanguínea, además de reducir el colesterol y darle un empujón a nuestro sistema inmunológico.
Por si fuera poco, los beneficios de la piel son múltiples, ya que ayuda a liberar nuestra dermatología de los radicales libres, protegiendo toda nuestra piel.