Carson Pickett es una jugadora de fútbol femenino. Ella es defensora y su club es el North Carolina Courage de la National Women’s Soccer League de Estados Unidos. Además, Carson es internacional con Estados Unidos, equipo número uno del ranking FIFA. La historia de la defensa es un ejemplo de superación, puesto que ella es la primera futbolista de élite que tiene una discapacidad física, ya que le falta parte de un brazo.
Carson Pickett tenía un sueño: ser jugadora de fútbol. A pesar que nació sin parte de su brazo izquierdo, eso no le iba a parar. No iba a ser un problema para cumplir su objetivo. Para ella su discapacidad no es «una debilidad». De hecho, lo único que no suele hacer habitualmente, como ha afirmado la jugadora, es sacar de banca.
«Siempre me han preguntado que cómo es hacer las cosas con un brazo y siempre respondo lo mismo: ¿Y cómo se hace con dos? Yo sólo conozco una forma de hacerlo». Así lo explica la jugadora en una entrevista a The Seattle Times.
Y es que el pasado martes 11 de octubre volvió a hacer historia en España. La defensora se vistió de nuevo con la camiseta de su selección, Estados Unidos, siendo para siempre la primera futbolista con una discapacidad física en competir en la élite internacional. El partido concluyó con victoria para el equipo español, por 2-0, con goles de Esther González y Laia Codina.
61 fueron los minutos que disputó Carson Pickett, hasta que fue sustituida cuando el resultado era de 1-0 a favor del combinado nacional de España.
«Es increíble lograr algo que nadie más que tú cree que podrás»
Carson Pickett ha conseguido jugar en el máximo nivel profesional sin antebrazo ni mano izquierda. «Es increíble lograr algo que nadie más que tú cree que podrás. Muchas personas pueden dudar de ti porque no te entienden, pero creo que yo puedo servir de ejemplo».
Su debut tuvo lugar el pasado 28 de junio, cuando debutó en un amistoso ante Colombia, en la que fue «la mejor noche de su vida».
Al principio, Carson Pickett siempre ha señalado que le molestaba tanto revuelo mediático alrededor de su discapacidad. Sin embargo, ahora confiesa que ya lo ha interiorizado. «He visto cómo entrevistaban a mis compañeros y las preguntas que a mí me hacen son diferentes, siempre centradas en mi antebrazo. Una de las cosas más importantes que he tenido que aprender es que mi brazo es mi historia. Cuando finalmente lo entendí me sentí cómoda y plenamente feliz».