Un funcionario de la Seguridad Social en Zamora ha sido condenado a cinco años y siete meses de cárcel por cobrar durante 16 años la pensión de jubilación de su abuelo fallecido, por un importe de 549.000 euros. Además, la Sala II del Tribunal Supremo ha impuesto en la condena una multa de 600.000 euros con la que tendrá que indemnizar al Instituto Nacional de la Seguridad Social.
El susodicho fue acusado como autor de un delito de fraude continuado en relación a las prestaciones de la Seguridad Social. El responsable de tales actos también ha incurrido en un delito de falsedad de documento oficial. Así lo recoge el auto dictado por el tribunal este lunes 1 de febrero de 2021.
La Sala II del Tribunal Supremo de Castilla y León estimó de forma parcial el recurso presentado por el acusado, que ya fue condenado con anterioridad por la Audiencia de Zamora. Fue condenado entonces a siete años y tres mese de cárcel, como autor de los delitos de estafa con falsedad de documento infantil y un delito de fraude hacia la Seguridad Social. La pena de prisión ha sido rebajada finalmente a cinco años y siete meses de prisión.
Funcionario del estado cometiendo fraude hacia la Seguridad Social
El condenado era funcionario público en la Seguridad Social y trabajaba como jefe de sección de control de pensiones en la Dirección Provincial de Zamora. Valiéndose de su cargo realizó los delitos delictivos recogidos por la sentencia.
Para llevar a cabo los mencionados delitos de estafa, utilizó las claves destinadas a la tramitación de pensiones de la Seguridad Social. Además, uso su condición de jefe para realizar dichos actos, suponiendo un agravante en la condena.
El abuelo del susodicho murió en agosto de 1993. Sin embargo, en febrero de 2020 decidió rehabilitar la pensión de jubilación de su abuelo fallecido, percibiendo durante 16 años un total de 549.542,21 euros. En abril de 2016 tramitó la baja de dicha pensión de jubilación por ‘fallecimiento’.
Por si fuera poco, el autor de los hechos también llevó a cabo diferentes alteraciones en el expediente de la pensión por jubilación de su padre, lo que provocó que éste percibiera 35.994 euros más de lo que realmente le correspondía en concordancia con lo cotizado a la Seguridad Social.
También cometió fraude con una pensión de viudedad
Aprovechando su condición de jefe en la sección de control de pensiones, también cometió fraude ayudando a una amiga que alegó tener problemas económicos. El susodicho de los actos hacía y deshacía a su antojo con las prestaciones de la Seguridad Social.
En este caso decidió rehabilitar una pensión de viudedad cuya beneficiaria ya había fallecido y situar a su amiga en su lugar. Desde ese momento, la mujer comenzó a percibir una pensión de viudedad que no le correspondía de ninguna manera.
Para más detalles, también rehabilitó una pensión de orfandad extinguida para su beneficiario inicial y se la atribuyó al hijo de su amiga. Por ambas pensiones, la amiga del condenado recibió 13.623 euros y 5.147 euros, respectivamente.
Así, esta mujer también fue condenada previamente por la Audiencia de Zamora a un año y diez meses de cárcel, debido a un delito continuado de fraude a la Seguridad Social. Sin embargo, en este caso no se recurrió a la sentencia.
Con todos estos datos sobre la mesa, el Supremo determina que existe «elementos de conexión subjetiva, de homogeneidad de acción, de medios comisivos; de bien jurídico afectado, de identidad material de precepto infringido; de unidad de injusto personal y un efecto abrazadera por el aprovechamiento de una idéntica ocasión. Que, en el caso, viene marcado decisivamente por la capacidad situacional del recurrente para alterar los datos de los expedientes de prestaciones de las que eran acreedoras las diferentes personas beneficiadas por las acciones fraudulentas».