La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha informado al Consejo de Gobierno de la formulación del Plan estratégico andaluz de vectores con incidencia en la salud. La finalidad de este plan es reducir las enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos o garrapatas. Hay que recordar que en 2020 Andalucía tuvo casos de Fiebre del Nilo Occidental.
Para ello se potenciará, coordinando e integrando la vigilancia y el control en diferentes ámbitos; como son el ambiental, el ganadero, el silvestre y de vigilancia epidemiológica humana con un enfoque ‘one health’ (una salud). Se potenciarán, además, las medidas preventivas que permitirían anticiparse a la aparición de casos en humanos.
Las condiciones ambientales de Andalucía son favorables a la proliferación de ciertas especies de vectores. A esto hay que sumarle las rutas migratorias de aves, el cambio climático y la globalización. Estas son algunas de las causas por las que la incidencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores están sufriendo importantes modificaciones. Todas ellas requieren de una Estrategia integradora de todas las administraciones implicadas y de una comunicación fluida y precisa a la población andaluza, tal como se manifestó en el reciente brote de Fiebre del Nilo Occidental.
Un plan activo en Andalucía
Por ello, la elaboración de un plan estratégico por parte de la Junta en este ámbito es imprescindible de cara a abordar, entre otros, aspectos claves como son la caracterización de la presencia y distribución de vectores competentes en la transmisión de estas enfermedades, principalmente diferentes especies de mosquitos o garrapatas; la presencia de virus emergentes en ellos; la implantación de programas de vigilancia y control vectorial que sean eficaces para luchar contra la proliferación de estas especies de vectores; la comunicación y coordinación con otras administraciones y la población; además del desarrollo de un plan de formación para que los profesionales que participen de manera activa, tengan el conocimiento técnico y capacitación necesaria, a través de la formación y adiestramiento en técnicas de inspección, monitoreo y control de mosquitos o garrapatas.
El plan, cuyo ámbito territorial comprende a toda la comunidad autónoma de Andalucía, se mantendrá activo de forma continua, centrando las distintas actuaciones en la época del año que se considere más adecuada, según los vectores, la enfermedad concreta y la evolución de la situación epidemiológica.
Reforzar los mecanismos de coordinación y comunicación entre los agentes y todas las administraciones implicadas, mejorar en respuesta desde el punto de vista del control integrado de vectores competentes en situaciones de declaración de casos en humanos tanto importados como autóctonos, y proporcionar herramientas formativas e informativas para la prevención y control de la enfermedad, así como para el fomento de su participación en la gestión y control de estas enfermedades, son otros de los objetivos que se persiguen con este programa. Además, incluirá actuaciones cuyo objetivo será la detección temprana de otros virus que puedan provocar enfermedades humanas o en la cabaña ganadera que puedan ser introducidos por aves migratorias.
Diferentes fases
Para conseguir estos objetivos, el plan contempla, entre otras acciones novedosas, la identificación de las variables por tipo de enfermedad, que permitan evaluar el riesgo para la salud humana, derivado de la presencia de vectores y de la circulación de virus en los distintos territorios andaluces, estableciendo un sistema que integre toda la información procedente de las distintas fuentes actuales -animal, medio ambiental y humana- ampliando las mismas y generando nuevas vigilancias, potenciando la vigilancia entomológica en espacios naturales y urbanos.
En un primer momento, se elaborará una propuesta inicial del plan a cargo de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. Para ello, se constituirá un grupo de trabajo con representantes de todas las consejerías de la Junta de Andalucía y personas expertas en las distintas áreas que afectan a la salud. El borrador inicial se remitirá a todos departamentos para su informe y se debatirá en jornadas, encuentros y talleres que se realicen con el tejido asociativo relacionado con la materia. Después de someterse al trámite de información pública y de recabar los informes preceptivos necesarios, se elevará al Consejo de Gobierno para su aprobación definitiva.
Para ello, se crearán grupos de trabajo permanentes y multidisciplinares que desarrollarán los programas específicos, contando además con un comité técnico asesor, formado por expertos de reconocido prestigio en distintas disciplinas como el control de vectores, vigilancia epidemiológica humana, zoonosis, la sanidad animal, aves silvestres, gestión de programas y del campo de la investigación, incluida la universitaria.
Fiebre del Nilo occidental
Esta metodología ha sido la que ha permitido presentar, además, el Programa de control de la Fiebre del Nilo Occidental en Andalucía, como una parte prioritaria de la estrategia. Su aplicación se iniciará este mismo mes de marzo, incluyendo un Plan de comunicación e información a las administraciones implicadas, como las locales.
Este programa, basado en una evaluación específica, identificará las distintas zonas de riesgo -bajo, medio o alto- en Andalucía de circulación del virus del Nilo occidental, así como las medidas de vigilancia, preventivas y de control y actuación, en caso necesario, para reducir o eliminar el impacto de esta enfermedad, integrando ya toda la información de la que dispone esta consejería derivadas de las actuaciones que se realizaron durante el brote del pasado año, como es la cartografía de los focos larvarios o la necesidad de una vigilancia y control de los imbornales de los núcleos de población.