Uno de los elementos que se asocian siempre a la accesibilidad de las personas con discapacidad son las zonas de aparcamientos reservadas para las personas con movilidad reducida (PMR) o con discapacidad. Con estos aparcamientos se busca que las personas que tengan discapacidad no tengan que recorrer el aparcamiento, ya que, en determinadas ocasiones, puede ser peligroso. Por eso, dichas plazas se suelen colocar en una ubicación cercan al acceso del establecimiento (hospital, estación de tren, supermercado…).
La información sobre como deben de ser las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida (PMR) se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se habla del «documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanizados».
Medidas que deben de cumplir las zona de aparcamiento PMR (personas con movilidad reducida)
Si atendemos a la normativa que recoge cuales son las medidas recomendables para una plaza de aparcamiento PMR, destina a las personas con movilidad reducida, la longitud mínima de la plaza de aparcamiento será de 5 metros de longitud por 2,20 metros de ancho. Para ello, será imprescindible que todas las plazas de parking cuenten con una zona de aproximación de 1,5 metros extra en las zonas laterales o trasera.
Vamos a diferenciar entre dos tipos de plazas de aparcamiento PMR:
- Plazas dispuestas en perpendicular
- Dimensión mínima de 5 metros de longitud x 2,2 metros de ancho
- Zona de aproximación y transferencia lateral de una longitud igual a la de la plaza y un ancho mínimo de 1,50 metros
- Zona sin obstáculos sobre la acera posterior de igual ancho que la plaza y una profundidad de 3,00 metros.
- Plazas dispuestas en línea
- Dimensión mínima de 5 metros de longitud x 2,2 metros de ancho
- Zona libre de obstáculos para aproximación y transferencia posterior, cuya anchura será igual a la de la plaza y su longitud de, al menos, 3,00 metros.
- Zona sin obstáculos sobre la acera lateral de igual longitud que la plaza con su zona de aproximación y transferencia y un ancho de 1,50 metros.
Según explican los expertos, el objetivo que se busca con esta medida estándar pasa por que cualquier salida o entrada al vehículo se realice de forma cómoda y con espacio, ya que las sillas de rueda manuales o las sillas de ruedas eléctricas que se usan son estructuras de grandes dimensiones que requieren espacio para su libre movimiento. Estamos hablando de que estas medidas mencionadas son mínimas, es decir, los metros apuntados anteriormente se pueden ampliar con el objetivo de ofrecer un espacio más amplio a las personas que hagan uso de una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida.
Debemos de tener en cuenta que ahora muchos coches adaptados cuentan con plataformas laterales, que permiten a los pasajeros de un coche realizar movimientos ascendentes y descendentes. Con el objetivo de que la plataforma pueda realizar su movimiento de manera adecuada será imprescindible que la plaza de aparcamiento cumpla las distancias recomendadas. Además, estas plazas deben de estar señalizadas horizontal y verticalmente con el símbolo de accesibilidad para la movilidad.