Raquel es una joven de 27 años, natural de Sevilla, tiene una discapacidad auditiva bilateral neurosensorial, pero eso no le impide emocionarse y emocionar a los demás con la música.
Gracias a las versiones en lengua de signos que ha realizado con temas como `Bagdad´ de Rosalía, ha permitido disfrutar de la música a personas que se encuentran en su misma situación.
Su éxito ha sido tal, que ya acumula de cuatro millones de reproducciones en las redes sociales, lo que le ha permitido compartir escenarios con los cantantes Manuel Carrasco y Melendi entre otros, según informa El Mundo.
Pero no todo es color de rosa, Raquel no ha visto recompensado su éxito económicamente, ya que «no ha habido ningún cambio, no me ha salido siquiera trabajo, oportunidades», critica.
Raquel apuesta por una revolución sensorial
Raquel Sempere vive en la actualidad en Jerez de la Frontera y su objetivo es apostar por una revolución sensorial, «porque el mundo de la discapacidad se ha tenido que adaptar al mundo normal. Siempre estamos en desigualdad».
Raquel lamenta que aún sigue habiendo dificultades de acceso para las personas sordas en «el mundo de la educación y el acceso a la información en los medios de comunicación y el mundo del trabajo, y la imposibilidad a veces de la inclusión y la normalización».
Por ello critica que «la sociedad nunca termina de favorecer la inclusión y a cualquiera se le puede presentar una discapacidad súbitamente».
Aun con estos factores en contra, Raquel ha demostrado ser un claro ejemplo de que las personas con discapacidad auditiva tienen derecho a llevar una vida normal y corriente, sin que su discapacidad les limite.
La joven vive con su pareja Mamadou Moustapha Seck un joven senegales de 25 años. Con él, además de compartir el amor que se profesan, tiene un hijo en común, Tafisco de siete meses.
En la actualidad, Raquel trabaja a media jornada por un sueldo que no llega a los 400 euros, lo que le provoca serias dificultades para llegar a fin de mes.
Un proyecto de futuro en mente
En su cabeza mantiene el sueño de crear un proyecto multimedia con la producción de vídeos musicales para personas con «diversidad funcional para aumentar la visibilidad de ese sector con un punto de vista positivo».
Por ello, su gran objetivo a día de hoy es convencer a productoras y discográficas de que su apuesta por la inclusión puede tener mucho éxito.