No todo el mundo conoce el atole, la bebida mesoamericana de maíz caliente, que suele prepararse con avena y que aporta nutrientes y reduce el colesterol. Se trata, sin duda, de un alimento que tiene su historia, pero que todavía se está redescubriendo en Europa Occidental, después de que su origen real sea prehispánico y mexicano.
Originalmente, se trata de una cocción dulce de maíz en agua, en proporciones tales que al final de la cocción del alimento adquiera una relativa sustancia, y se sirva lo más caliente posible, como un caldo.
Este atole sirve de base para otra bebida como es el chilate. Y es que el atole de avena es una de las bebidas preferidas por muchas familias en Mesoamérica.
Beneficios
Encontramos varias ventajas a nuestro organismo debido a los componentes de la avena, que no deja de ser un grano rico en proteínas y grasas vegetales.
Asimismo, los escasos ingredientes del atole incluyen altas dosis de vitaminas, minerales y fibra, por lo que es un alimento ideal para tomar por las mañanas.
- El atole sirve para recudir el colesterol en nuestra sangre, de forma que podemos prevenir algunas enfermedades cardiovasculares.
- Por otro lado, disminuye los niveles de azúcar en sangre, algo fundamental para evitar también algunos excesos en favor de nuestra salud.
- La protección estomacal es otro de los grandes motivos por los que podríamos probar a incluir el atole en nuestra dieta rica y equilibrada.
- El efecto prebiótico le sienta muy bien a nuestro intestino, ya que se potencia la producción de bacterias benéficas que componen la microbiota.
- El alivio de los síntomas de las enfermedades respiratorias es otro beneficio. Al estar hecho con avena, tiene un gran efecto sobre nuestras vías respiratorias.
Mejora la digestión
Con sus cualidades nutritivas por la fibra, nos ayuda a evitar la formación de placas en las arterias, regulando la circulación sanguínea y evitando la presión arterial.
El atole combate asimismo la fatiga y optimiza las funciones de la digestión, por lo que no debemos pasar por alto su papel en nuestro tracto intestinal.
Para preparar este alimento, tan sólo necesitas como ingredientes media taza de hojuelas de avena, dos litros de agua, una rama de canela y un poco de miel.
Cuando tengas el agua caliente, añade la avena y remueve tras agregar la avena molida, esparciéndola por toda la olla.
Al cuarto de hora después de retirarse del fuego, debemos esperar que se enfríe y se sirva caliente. Una buena idea es poder añadir miel en este sentido y disfrutar.
No dejes de tener en cuenta el atole de avena, pero si no te gusta el sabor, puedes probar con amaranto o guayaba, dos frutas muy válidas con sus vitaminas.
Todo es cuestión de ir probando sin desmerecer las grandes cualidades de esta bebida que debe servirse siempre caliente.