José Luis de Augusto (Sevilla, 1983), ingeniero aeronáutico y piloto comercial, es también desde hace unos días el primer instructor de vuelo de aviones a motor con discapacidad en España.
La necesidad de “reinventarse” le llegó después de sobrevivir al fatídico accidente del Airbus A400M del que en el mes de mayo se cumplirán cuatro años. Tras lo que él llama un “periodo de transición” y consciente de que no podría seguir trabajando desde una silla de ruedas como “piloto e ingeniero de ensayos en vuelo”, pero sin querer perder de vista su pasión desde niño, que era la de volar, la oportunidad de retomar el aire le llegó a través de los que habían sido sus compañeros laborales.
“En febrero de 2017”, tal y como explica el propio José Luis a TODO DISCA, “se trajeron a un piloto de Verona (Italia)”, un piloto con discapacidad, concretamente paraplejia, que le permitió retomar sensaciones como “la libertad, sentir que se abría un mundo nuevo de posibilidades y reconocerse como piloto de nuevo a los mandos de un avión”.
El contacto con este piloto de Handiflight, asociación suiza de pilotos parapléjicos, y posteriormente con Sillas voladoras, con sede en España para vuelos sin motor, le hizo preguntarse, “¿qué tengo que hacer en España para obtener de nuevo la licencia de piloto privado?” y en ese empeño ha estado los dos últimos años.
Con el apoyo incondicional del Real Aeroclub de Sevilla, al que pertenece desde 2005 y que aceptó adaptar un avión para personas con movilidad reducida, acaba de llegar a la primera de las metas de un camino que no ha concluido en absoluto.
A pesar de que no le gusta que se le denomine “pionero”, a José Luis de Augusto, Medalla de Andalucía 2018, no le queda más remedio que reconocer que al menos es “el primero” en abrir un camino en España, que no sólo pasa por el hito conseguido ya de recuperar desde la silla de ruedas su licencia de piloto privado, sino en convertirse en instructor en la nueva escuela de pilotos que está lanzando gracias al apoyo del Real Aeroclub de Sevilla bajo la marca NewWings y explorar un nuevo campo que contribuya a “visibilizar y normalizar a las personas con discapacidad”, para que se nos pueda ver cómo somos en realidad, “ni héroes ni villanos, sino personas normales con limitaciones que luchan por sobreponerse y mejorar”.